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Ecosistemas costeros I, El litoral

Comenzamos con este una serie de artículos cuya pretensión es ayudar a conocer e interpretar los diferentes ecosistemas que caracterizan el área de costa del Parque como parte integrante de la costa Mediterránea.

El primer paso para poder conocer y entender la costa es conocer las principales características de este espacio, tanto sus factores físicos como los valores naturales y la riqueza ambiental, que encierra.

El litoral constituye una frontera entre dos ambientes muy dispares: el mar y la tierra firme. En él podemos encontrar organismos terrestres adaptados a especiales condiciones de humedad, salinidad y viento propias de la cercanía al mar, y organismos de origen marino que pueden soportar periodos de emersión (fuera del agua) y, por lo tanto, de fuerte desecación e insolación -que ocupan el medio litoral marino. En ambos casos el mar es el responsable de su existencia (COSTA, 1999).

1. Delimitación de la zona litoral © Instituto de Ecología Litoral
 

El grado de influencia marina determina la instalación de los diferentes seres vivos a lo largo del sector que abarca el litoral, desde sus enclaves en contacto con la vegetación
típicamente continental hasta su límite con las profundidades del talud marino. Esta gradación establece una serie de zonas en el litoral, según la secuencia seguida por el asentamiento biológico. De este modo, se pueden distinguir (figura 1):
• Una franja denominada “marítima”, ocupada por organismos terrestres pero adaptados a la influencia del mar.
• Una franja “marina”, donde viven seres exclusivamente marinos, entre los cuales se incluyen aquellos que quedan emergidos y expuestos al medio aéreo de forma esporádica o periódica.

A su vez, en esta franja, se distinguen diferentes pisos según los cambios que se producen en las características ambientales del agua en el trayecto que va desde la orilla hasta mar adentro (figura 2):
• El supralitoral: abarca el sector emergido permanentemente y, por lo tanto, se halla bajo la influencia de la zona marítima pero expuesto a las salpicaduras del oleaje.
• El mediolitoral: se corresponde con el sector emergido y puede permanecer sumergido temporalmente por efecto del oleaje o las mareas.
• El infralitoral: está sumergido siempre, el cual llega hasta el límite profundo en la distribución de las fanerógamas marinas (en el Parque Posidonia oceanica y Cymodocea nodosa, principalmente) o de las algas Fotófilas, dicho límite determinado por la insuficiencia de la intensidad luminosa.
• El circalitoral: empieza en el límite inferior del infralitoral y se extiende hasta el talud continental.

2. Zonación del litoral © Instituto de Ecología Litoral
 

La amplitud de estas franjas y pisos varía según el tipo de costa que se trate. Así, costas
con la pendiente menos inclinada están expuestas a una mayor llegada de los embates marinos (oleaje, mareas) y a incrementar la extensión de pisos como el mediolitoral. Igualmente, la transparencia del mar afecta, de acuerdo con la tasa de turbidez o contaminación del agua, al grosor de la capa iluminada y, en consecuencia, a los rangos de profundidad alcanzados por los pisos sumergidos.

Así pues, el ecosistema litoral es el conjunto de todos los organismos (factores bióticos) que viven en comunidad y todos los factores inertes del ecosistema, como la climatología, la luz, el viento, el agua, etc. (factores abióticos).

Si bien existen multitud de factores abióticos que determinan el ecosistema litoral, los más significativos son los factores climáticos, la luz, el viento, el relieve y los factores edáficos.
Los Factores edáficos regulan el suelo e influyen en la distribución y abundancia de plantas y animales. El suelo constituye el principal sustento de las plantas, en él se encuentran los elementos necesarios para su desarrollo: carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo, etc.
Sin embargo, las proporciones en que se encuentran representados estos elementos limitan enormemente el establecimiento de las especies vegetales.

Foto: Litoral de Cala San Pedro a Las Negras © JG

 

El mayor condicionante del suelo en los ecosistemas litorales es la salinidad, máxime en ambientes áridos, como es el caso de nuestro litoral, donde la evapotranspiración potencial es superior a la precipitación (se evapora más agua de la que llueve). El agua asciende por capilaridad hasta los estratos superiores donde se evapora y se produce la cristalización de las sales que contenía en disolución.

Otro factor de suma importancia es la textura del suelo. El término textura se usa para representar la composición granulométrica del suelo, es decir, el porcentaje de arcillas, limo y arena. La gran mayoría de las propiedades físicas, químicas y fisicoquímicas están influenciadas por la granulometría: estructura, color, consistencia, porosidad, aireación, permeabilidad, retención de agua, lavado, capacidad de cambio, reserva de nutrientes. Un aspecto a resaltar en los ambientes litorales es la facilidad de erosión y transporte de los materiales finos (arena).

En el fondo marino las comunidades biológicas se instalan dependiendo del tipo de
sustrato, así en los fondos rocosos predominan las coberturas con especies de algas y animales bioconstructores (vermétidos), de alimentación filtradora (esponjas), mientras que en los fondos blandos de arena predominan los ecosistemas formados por las praderas de fanerógamas marinas (Cymodocea nodosa, Posidonia oceanica) en el caso de nuestros fondos marinos.

Fuentes:
Instituto de Ecología Litoral. Gestión sostenible de la Costa.

¡Esplendido verano para todos y todas!
Continuará…

Karlos Mina
Director Técnico Subparke
karlos@subparke.com
www.subparke.com