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El tiempo pasa y, a veces, nos parece que no ha sucedido. Esa sensación tengo cuando me paro a pensar en la ya larga trayectoria de Fiebre del Oro y, de su motor, Rafael Ebrero. Es como si nada hubiera cambiado desde que se formuló el proyecto original de esta singular Asociación. Ni lo bueno ni lo malo.
Sigue vigente ese ecologismo social cuya valiente propuesta es tan simple, y ahí es nada, como la de hacer realidad una alternativa al consumo de masas, aunando el reciclado de materiales y los precios populares. |
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| Fotos: Fiebre del Oro © FO |
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Conociéndole a él puede entenderse que el arte sea una cuestión irrenunciable, lo destila el más insignificante de los objetos que salen de sus manos. No hay, sin embargo, arte a cualquier precio. La economía de recursos y la autosuficiencia del productor son condiciones indispensables de un proceso que también reclama la autoría del artesano. De esta amalgama imposible se obtiene un resultado rotundo y brillante. La sorpresa y la aceptación de todo nuevo visitante, proceda de donde proceda, son la gran recompensa.
El proyecto de esta Asociación sigue siendo abierto. En la sala se entremezclan con naturalidad los artistas, su persona, y su obra. Consagrados y noveles, de aquí y de allí. Cabe todo y todo es posible a condición de que no haya concesión a ninguna estética. El diálogo social, amable, a veces sutil, sin estridencias, nos susurra desde que entramos. Nos reconforta y nos reconcilia con la civilización.
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Primero Rodalquilar y después Las Negras para mí no serían las mismas sin Fiebre. El tiempo desgasta, todo, pero más cuando hay que encontrar una rentabilidad, aunque sea mínima. La incorporación de María Ávalos se nota. Una integración plena que hay que celebrar.
Qué pena que nos tengamos que conformar con lo que vemos, porque sé que, desde el primer momento y todavía se sigue soñando con ello, no se establecieron fronteras, música, imagen, comida..., cualquier cosa valía y vale para alimentar a ese socialismo utópico que late en esta Asociación. No hay nuevos tiempos en el parque para la cultura, ni para... Qué bien que se resista. Larga vida.
Mar Ruiz Los artistas que presentan sus obras en Fiebre del Oro: Rafael Ebrero, muebles reciclados. Paco Pontes, fotografía. Ana Cano, ilustración. Feta, camisetas. Jordi Budí, pintura. Anne Kampschulte, escultura en piedra. Miguel Costales, escultura en madera y pintura. Mazuni, grabados, joyitas ilustradas... Emilio Sánchez, escultura en piedra. Marianne Sutter, grabados. Carme Caldes, collage.
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