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Un Rayito de esperanza

Un Rayito de esperanza
del nuevo grupo de teatro “Luz de luna”

Una nueva compañía de teatro ha nacido en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, el grupo de teatro “Luz de Luna”. Y hace muy poco han estado representando la obra Un Rayito de esperanza. La directora es María José Romero, quien además de dirigir a los actores, también ha escrito el guión.

Lo más destacable es la soltura en la interpretación de los actores, la mayoría de ellos originarios de Cabo de Gata y con el mérito añadido de ser la primera vez que actúan. El tema tan peliagudo de los malos tratos se aborda con tanta esperanza y humor, que los personajes tan entrañables de Ramona y Josefillo se hacen tan reales como la vida misma.

Para saber más de esta ingeniosa y entretenida obra de teatro, su directora nos da todo tipo de detalles:

“En julio de 2011, nos propusieron a mi marido y a mí formar parte del jurado del festival de teatro que se celebraría en la segunda semana de “Cabo de Gata a la Luz de la Luna”. Allí fue cuando, después de la entrega de premios, me hicieron la pregunta: ¿Cómo es posible que tú, escribiendo, no tengas una obra de teatro?, respondí que sí, que tenía escrita una comedia desde hacía unos años. Dos grupos me la pidieron con la condición de que la dirigiera; yo nunca lo había hecho pero no tuve escapatoria; ante la disyuntiva entre un grupo de Almería y el de Cabo de Gata, elegí al grupo de Cabo de Gata. Nos pusimos a trabajar con entusiasmo y, con casi nada de experiencia, tanto el grupo como yo, pero tampoco teníamos prisa; era una forma de hacer lo que nos gustaba sin ponerle fechas ni metas. Sin darnos cuenta, después de : “Yo no creo que sea capaz de aprenderme esto” “A mí me da vergüenza salir” “Cuenta conmigo pero que sea un papel muy pequeño”… Nos encontramos preparados para hacer nuestro estreno que, por supuesto, tenía que ser en Cabo de Gata.

 

Cartel de la obra © Luz de luna

Entonces surgió el primer inconveniente: en el salón del colegio, donde ensayábamos, había escenario, pero no telón. No se puede hacer una obra de teatro en la que hay que cambiar el decorado sin un telón. El director del colegio nos propuso pagar el material, si nosotras lo hacíamos. No hubo más que comprar los más de 30 metros de tela y ponerse a coser. Aquello era complicado de mover, pero entre dos compañeras y yo lo conseguimos y quedó perfecto.
Después, había que crear un decorado. Coincidió que estábamos en días de campaña electoral y como vicepresidenta de la A.C. LUNA, asistí a un mitin en el auditorio Maestro Padilla. Me fijé que todo el escenario estaba forrado con una moqueta blanca; al terminar, pregunté al encargado, que me contestó que la iban a tirar y que podía llevarme todo lo que necesitara. Así que llegué al Cabo, con el coche lleno de rollos de moqueta perfecta para nuestro decorado. Nos pusimos manos a la obra y pintamos cuadros, muebles e hicimos dos puertas y una ventana. Todo quedó a nuestro gusto.

Teníamos otro reto: hacer un relleno para que la protagonista que, en el primer acto, estaba muy gorda, adelgazara para el segundo acto. Compré una plancha de goma espuma y, con trabajo y tesón, conseguí hacer un cuerpo que se puede quitar y poner con facilidad.

Cuando pensábamos que todo estaba listo, surgió otro inconveniente: la acústica del salón del colegio. Aunque había un equipo de sonido, no era suficiente con poner un micro, necesitábamos un equipo de micrófonos de solapa. Llamé a la Diputación, al Ayuntamiento y a varias empresas, sin encontrar una solución. Al final me acordé de un conocido que tiene una tienda de sonido e imagen y resultó que el precio era menor que lo que nos cobraban por una sola noche de alquiler del equipo, así que, de acuerdo con el grupo, lo compramos y por fin, estrenamos nuestro Rayito de esperanza con un éxito increíble; el salón estaba lleno y la gente se reía y aplaudía.

Así ha sido en todos los sitios en los que se ha representado, hasta llegar, como colofón, al Teatro Apolo. ¡Misión cumplida!”

María José Romero y Candelaria Ramírez