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El albardín

Fotos:
Albardín, © Jardín botánico

El Albardín (Lygeum spartum) pertenece a la familia de las gramíneas. Es una hierba perenne y rizomatosa, de 40 a 70 cm, de verde amarilllenta a blanquecina, con tallos que forman gruesas macollas cubiertas en la base de escamas. Las hojas, con aspecto de junco y de hasta 50 cm de largo están enrolladas, reduciendo así la pérdida de agua por transpiración.

Las flores forman una espiguilla cubierta de largos pelos sedosos rodeada de una vaina, de 3 a 9 cm, a modo de espata con aspecto de papel. Si la vemos cuando no está en flor fácilmente podemos confundirla con el esparto (Stipa tenacissima); como indica su nombre, spartum procede del griego spárton, esparto, haciendo referencia a la similitud entre el albardín y el esparto.

Entre sus muchos usos estaba el dado por “el Estado", para hacer los jergones o camastros para los soldados, una vez se trituraba su hoja. En Níjar se empleaba para el embalaje de la cerámica en cajas, como amortiguador de los golpes que pudiera sufrir ésta durante su transporte. El mismo uso se le daba en Murcia para el embalaje de los melones. Usado también como pasto para el ganado ovino y caprino. Al igual que el esparto, fue muy típico usarlo en la fabricación de cestería

y en la elaboración de cuerdas que se empleaban para amarrar tomates, pepinos, parras... y otras labores de la agricultura, así como para la confección del cañizo de los terrados.

Aparece en suelos permeables de lugares poco alterados, pedregosos y arenosos. Es también muy abundante en lugares con alta acumulación de sales pero sin encharcamientos temporales por aguas salobres. Se distribuye en la cuenca mediterránea, apareciendo en el este de la Península Ibérica, Italia y desde Marruecos hasta Egipto.

Si queréis verlo en el Parque Natural, es frecuente en los alrededores de la Ermita de Torre García, las Salinas de Cabo de Gata, en la rambla que desemboca en la playa del Playazo o en la cala de Enmedio, aunque también podéis encontrarla en algunos cerrillos donde se concentran sales en el suelo. Florece desde febrero hasta mayo y aún podemos observar las llamativas espatas que a contraluz producen un llamativo efecto.
Aunque no es muy abundante, sí es muy característica de paisajes como el nuestro, de ahí que el Jardín Botánico tome su nombre de las formaciones vegetales de esta planta, albardinales.

Jardín Botánico “El Albardinal”
P.N. Cabo de Gata-Níjar. CMA.