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La culebra bastarda

Ilustración, © MA

Uno de los animales más comunes en nuestro Parque Natural es la culebra bastarda (Malpolón Monspessulanus). Gracias a las altas temperaturas de esta zona, su período de actividad es más amplio que en zonas más frías y puede verse de marzo a diciembre, con mayor actividad en mayo y junio.

Esta abundante culebra llega a tener más de dos metros de longitud, siendo la más grande de la península y, por supuesto, del entorno del Cabo de Gata. Su cabeza estrecha con hocico agudo y sus grandes ojos ,protegidos por una especie de visera, le dan un aspecto enigmático y penetrante.

Los machos tienen un color uniforme, entre marrón y verdoso, con una mancha negra dorsal detrás del cuello. Las hembras y los jóvenes presentan hileras en tonos blancos, negros, grises y marrones.

Habita en zonas secas, terrenos arenosos, de roca, bosques poco tupidos y zonas agrícolas. Se alimenta de pequeños mamíferos, aves, lagartos, otras culebras, invertebrados, etc...
Pese a que es venenosa, no es peligrosa para los humanos, porque los dientes que inyectan el veneno están muy retrasados en la mandíbula superior y es muy difícil que llegase a inyectarlo a una persona.

Si lo hiciese, su veneno no es demasiado fuerte y sus efectos pasan en unas horas. Los machos son muy territoriales y en ocasiones entablan combates durante la época de celo. La cópula se produce entre los meses de abril y mayo, la puesta se realiza en junio y varía entre 4 y 18 huevos que eclosionan un mes después. Escurridiza, pero descarada, la culebra bastarda no se esconde demasiado y transita a menudo por nuestras carreteras pereciendo, como otras especies, bajo las ruedas de nuestros peligrosos vehículos.

Estas hermosas culebras de insultante apellido, como todos los colúbridos, han sido perseguidas por el hombre, acusadas de ser depredadoras de aves domésticas y especies de caza. También han sido perseguidas por ese miedo irracional de los humanos a todas las culebras. Pero realmente son animales beneficiosos para los humanos que se comen las ratas y ratones de los alrededores de nuestras casas y, si no se las molesta, nunca atacarían a una persona.

Por suerte la culebra bastarda está muy extendida en el Mediterráneo y se adapta bien a los terrenos modificados por el hombre. No corre peligro de extinción y en España está catalogada de Preocupación Menor.

Mariano Torrero