En mayo de este año se inició la construcción de un enorme hotel de 411 habitaciones en la playa de El Algarrobico, desmontando una enorme extensión en primera línea de playa, en una zona incluida en la ampliación del Parque Natural Cabo de Gata-Nijar, realizada en 1994. Dicha zona del Parque no constaba como urbanizable en el PORN (Plan de Ordenación de los Recursos Naturales) y tampoco se reflejaba como tal en el mapa que la Junta de Andalucía publicó en su día y que hemos venido utilizando nosotros. Después ha aparecido otro mapa en el que este sector, denominado R-5, viene destacado como urbanizable dentro del Parque. Consideramos que esta desmesuradísima construcción, permitida por la Consejería de Medio Ambiente y favorecida por el Ayuntamiento de Carboneras, contraviene el más elemental sentido de protección inherente a la calificación de parque natural. Hasta ahora esa playa tenía únicamente 5 o 6 viviendas unifamiliares, y era uno de los últimos reductos casi vírgenes de la costa mediterránea. Esta enorme mole va a convertir El Algarrobico en un centro turístico masivo, que vende precisamente el estar dentro de un Parque Natural. Todo un contrasentido.

Todas las Administraciones implicadas en los permisos para la construcción de este hotel han ignorado el enorme impacto paisajístico y ambiental que va a producir en el entorno del Parque. Aducen que la zona estaba incluida en un Plan Parcial de 1988, aprobado días antes de la entrada en vigor de la nueva Ley de Costas.

La falta de información por parte del Ayuntamiento de Carboneras, el oscurantismo y la urgencia con que se está llevando a cabo la obra, nos hace sospechar que bajo su aparente legalidad hay más de una irregularidad y movimiento de dinero bajo cuerda. Se están utilizando las leyes de forma torticera para eludir el sentido común que se debería desprender de su aplicación y utilizando las lagunas para cometer este tipo de tropelías. Como casi siempre, y parece que siempre toca aquí, continúan utilizándose las leyes en favor de los especuladores y en perjuicio del patrimonio natural. La obra está allanando un monte entero y los escombros procedentes del desmonte se están acumulando en la rambla del río Alías, en el margen que se encuentra también dentro del Parque. Se está ocupando parte del cauce y son apisonados por las máquinas, que están creando una enorme explanada sobreelevada (es de temer más construcciones). Todo esto se está produciendo en pleno Parque Natural Cabo de Gata-Nijar, del que sabemos que está cargado de calificaciones de protección nacional e internacional.

Esta actuación se une a otras más que se pretenden llevar a efecto en el resto del Sector R-5 y en dos enormes fincas que el Ayuntamiento ha subastado, que suman más de 600.000 m2. Subasta denunciada en varias ocasiones por irregularidades, maquinación para alterar el precio de las cosas, etc. Si todo este desbarajuste sigue adelante, vamos a asistir al principio del fin de la zona norte del Parque Natural Cabo de Gata-Nijar; y tendremos que aceptar que la preciosa playa que fue escenario de la película Lawrence de Arabia, se convierta en un amasijo de hoteles y apartamentos para regocijo de los especuladores. Es muy duro para las asociaciones ecologistas, empeñadas en la defensa de nuestros valores naturales, ver cómo los Ayuntamientos, Medio Ambiente y demás Administraciones, permiten que se dispare con bala de cañón a la línea de flotación de un espacio natural tan importante como es el Parque Natural Cabo de Gata.

Que el núcleo urbano de Aguamarga está ya superpoblado, todos lo vemos, pero las posibilidades de desarrollo urbano son aún muy importantes. Queda mucho por construir, según las normas subsidiarias vigentes del Ayuntamiento de Níjar, a las que en 1997 dio su aprobación la Junta de Andalucía. Lo más destacado del asunto que os relatamos es que Medio Ambiente no hace nada por poner freno a la ampliación de suelo urbano por encima del que está previsto ya. La demostración de lo que afirmamos está en que Medio Ambiente ni siquiera agota los recursos legales para evitar esa desmedida ampliación de suelo urbano. La Junta de Andalucía no defiende su propia Declaración de Impacto Ambiental.

Fijémonos en a quién se beneficia con esta inactividad. La mercantil Marinas de Agua Amarga S.A. ha comenzado las obras para construir una urbanización de 13,32 hectáreas en Aguamarga. El número máximo de viviendas será de 107.
La misma empresa pretende construir otra macro urbanización, en la misma zona, de 48,25 hectáreas con 353 viviendas y un hotel. El origen de esta segunda urbanización está en una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que ha dado la razón a los promotores y ha anulado la Declaración de Impacto Ambiental que prohibió esta macro urbanización.

La pelota está ahora en el tejado del Ayuntamiento de Níjar que está obligado a respetar la sentencia pero tiene libertad absoluta para decidir el número de viviendas que se pueden construir y cómo. No hay razón ni justificación alguna para que el actual Ayuntamiento no ponga freno a los desmanes de la antigua corporación municipal. Lo tiene en sus manos. Ahora tendrá que demostrar si los intereses que defiende son los de los lugareños o va a seguir con la política de especulación urbanística que sólo beneficia a algunos ¿A quién?

Se da la circunstancia de que el promotor de estas dos urbanizaciones es el arquitecto que elaboró la planimetría de las Normas Subsidiarias de Níjar y lógicamente incluyó sus fincas en la planimetría municipal calificándolas como aptas para urbanizar.
Lo sorprendente del caso es que la Junta de Andalucía no ha recurrido ante el Tribunal Supremo la sentencia que va a permitir a Marinas de Aguamarga S.A. urbanizar 48,25 hectáreas de espacio protegido.

Agua Amarga - Noticias de última hora:
A última hora hemos tenido conocimiento de que el Ayuntamiento de Níjar, la nueva Corporación, acaba de aprobar en el último Pleno aumentar la edificabilidad de la Unidad de Ejecución 5 de Aguamarga, que pasa a ser del 1,5%, cuando la prevista era del 0,4%. Es decir, si antes se podían construir 0,4 metros por cada metro cuadrado de superficie, ahora será de 1,5 metros por metro cuadrado. Multiplican casi por cuatro el cemento a echar. Ésta es la edificabilidad del centro del pueblo y la unidad de ejecición 5 está a las afueras, donde la densidad de hormigón es y debe ser mucho menor. El expediente se someterá a información pública. Confíamos en que las alegaciones en contra que se presenten hagan reflexionar al Ayuntamiento y al resto de las Administraciones implicadas en la autorización.