Por definición, una caja es un recipiente con o sin tapadera que sirve para almacenar, guardar, proteger, conservar, regalar, esconder, transportar, ordenar, regalar…
Puede ser de cualquier material: madera, cerámica, cristal, metal, plástico…
De cualquier forma.
De cualquier tamaño.
Es un mundo cerrado que, mientras no se abre, protege su secreto permitiendo todas las sugestiones. Cerrada, la caja es un enigma, una promesa que puede contener todo lo que uno desea o imagina. Una vez abierta libera su secreto y, según la imaginación de cada uno, gana o pierde su magia. Dualidad, versatilidad, ¿abrir o no abrir? El sutil dibujo de Antoine de Saint Exupery es el ejemplo perfecto; con sus respiraderos para una ovejita invisible, responde exactamente a la expectativa del Principito.
Ligado al mundo de la infancia, la caja nos recuerda los tesoros que guardan y coleccionan los niños. Alas de mariposas, insectos disecados, conchas, caracoles, arena, guijarros, estampas, fotos, cromos…

¿Pero… cuál es la relación entre el arte y la caja?
El arte dió un giro radical, no solamente en la estética, pero igualmente con los materiales utilizados en los movimientos vanguardistas. Tenían como característica primordial la libertad de expresión, que se manifiesta alterando la estructura de las obras, abordando temas tabú y desordenando los parámetros creativos. Surrealismo y dadaísmo jugaron con materiales reciclados, con collage, assemblage, tipografía y otros elementos irrelevantes que dieron lugar a una producción artística novedosa.

Cajas de Arte o Art in Boxes
Entre este hervidero de ideas y conceptos vemos aparecer las primeras Cajas de Arte (Art in Boxes). Como obras precursoras podemos destacar las cajas de Joseph Cornell (1903- 1972), realizadas en madera, con un lado acristalado. Dentro de ellas ordenaba una colección sorprendente de fotografías y bric-á-brac victorianos, combinando la austeridad del constructivismo con la fantasía del surrealismo. Muchas de ellas son interactivas y han sido concebidas para ser manipuladas. Con material encontrado en sus paseos por Nueva York, recrea un mundo surrealista y poético tridimensional.

Los 25 artistas que participan en esta exposición nos presentan su visión personal y revisualizada de este objeto tan común que es la caja.
La exposición consiste en un conjunto de receptáculos, contenedor y contenido, según las vivencias e inquietudes de cada artista.
Cada uno ha realizado una o varias obras, para que “encaje” en este proyecto.

Participan: Ana del Mar López - Natalya Ramanova - Marisol González - Marta Cañadell - Anne Kampchulte - Chloé van der Mije - Marianne Suter - Emilio Bisbal - Ruth Vetterli - Sophie Cuendet - Estela Garcia - Estela Castillo - Ernesto Pedalino - Aytam Daudi - Sara Sanz - Frédérique Edy - Encarna Morales - M. Vara Tártalo - José Manuel Palomares - María José Moreno - Uli Schwander - Itziar Hernando - Isa Monteoliva - Elizabeth Mary Lettmann

Sophie Cuendet