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José Antonio Lorente, científico

“El Parque en unas zonas muy concretas creo que va a haber que empezar a limitarlo, como cualquier parque natural o nacional.”

Entre los enamorados de nuestro Parque y visitantes asiduos, que también hacen Parque, está José Antonio Lorente, que busca aquí tranquilidad y aboga por una estrategia para que el Parque conserve su esencia y sus atractivos actuales.

José Antonio Lorente Acosta es catedrático de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Granada, director del Laboratorio de Identificación Genética de la misma Universidad, entre otros cargos, y director del Centro de Genómica e Investigación Oncológica, un centro público participado por la Universidad de Granada, la Junta de Andalucía a través de las consejerías de Salud y de Economía y Conocimiento y el laboratorio Pfizer, dedicado a la investigación en genética de las enfermedades y de una manera más específica del cáncer.
Con una amplia trayectoria investigadora, entre la que destacan por su repercusión mediática, la identificación de los restos de Cristóbal Colón y su participación en las identificaciones de víctimas de los atentados del 11 S y 11 M en nueva York y Madrid, respectivamente. Además, el laboratorio que él dirige es responsable de la identificación de las víctimas del franquismo a través de la Memoria Democrática.

 
  ¿Cómo conociste el Parque?
Nací en Serón y viví mucho tiempo en Olula del Río y nuestra zona natural de veraneo estaba entre Águilas, Garrucha y Carboneras. A finales de los 60 todo aquello era paupérrimo, estaba abandonado y no había absolutamente ninguna infraestructura. Ahí acababa en Carboneras, Agua Amarga y un poquillo más, en Mojácar estaba empezando el turismo, pero Rodalquilar y todo eso eran cosas inexistentes, de ahí para abajo no había nada, esparto y cuatro cosas de supervivencia.
Ahora nos gustan las playas solitarias y nos gusta andar, tratamos de huir de donde hay mucha gente. La playa de Los Muertos es nuestra favorita y, aunque ya hay mucha gente, es lo suficientemente grande para si tú sabes menearte por allí, no coincidir.
Foto: José Antonio Lorente © JMJ

¿Tienes una casa en el Parque?
No. Mis padres tenían una casa en Purchena, íbamos allí a veranear para estar con ellos y lo que hacíamos era ir y volver en el día.
Yo nunca he tomado un mes de vacaciones por la estructura de mi trabajo, porque aquí es verano, pero, por ejemplo, en el continente sur de América, de África, de Australia, donde yo también tengo relaciones, es invierno y no es época de vacaciones; tomarme un mes no me interesa desde el punto de vista laboral. Entonces lo que hacemos es coger una semana o diez días, alquilar una casilla o un hotel.
No nos gusta estar siempre en el mismo sitio y lo mismo nos vamos a pasar todo el día, que a ver un amanecer. Algunas veces nos vamos a las dos o las tres de la tarde y nos quedamos hasta las 11 de la noche que se ve el juego de luces. La luz y el color que se genera en todo lo que es el Parque Natural del Cabo de Gata Níjar es espectacular y te metes de una calilla a otra, te vas de un lugar a otro y es totalmente diferente. Igual te puedes perder hacia adentro que hay zonas muy bonitas. Nosotros no solemos ir al interior porque venimos buscando estar cerca del agua que es lo que te falta viviendo en Granada.

¿Profesionalmente has hecho algo en el Parque?
No. Una vez estuvimos aquí con la Universidad de Granada, hicimos un informe sobre crear un reservorio del ADN de las plantas y los insectos que fueran más o menos singulares, incluida la fauna marina, pero al final no hicimos nada. No sé si se ha hecho algo de eso, pero si no, sería muy interesante.

Foto: Fiestas de San José © JMJ
 

Como médico, ¿Cómo relacionas el Parque con la salud humana?
Al ser un lugar de temperaturas agradables, poco poblado, con poco tráfico y escasa contaminación, con zonas para pasear con orografía suaves, es ideal para todo y no es incompatible o malo para nada relacionado con la salud. Es un sitio ideal para descansar, pasear, olvidar el estrés o recuperarse de algún tipo de problema de salud que no requiera una atención hospitalaria.

Sí, pero ya hay quien dice que el Parque está muriendo de éxito. ¿Eso es verdad?
El Parque, en unas zonas muy concretas, yo creo que va a haber que empezar a limitarlo de una manera más clara, como cualquier parque natural o nacional. Yo he vivido varios años en Estados Unidos, tú vas al Cañón del Colorado y dices: “quiero ir el tres de agosto, pero ¿el tres de agosto de que año?, porque de este año olvídate…”. Tiene que haber un equilibrio para que el Parque pueda mantener su integridad y su equilibrio ecológico, biológico y lo demás, pero que a su vez produzca el mayor beneficio posible para la población de la zona.

 
Foto: Paseo en San José © JMJ
 

¿Y eso cómo se consigue?
Yo creo que tiene que haber una estrategia del Parque, hasta cuándo se puede crecer, queé núcleos de visitantes puede haber y limitarlo en ese extremo, pero teniendo en cuenta que las limitaciones no pueden ser estrictas, pero controlar mucho. Con lo del Algarrobico ya hubo bastante, si para algo ha de servir es para que sirva como símbolo. A todo el que viene voy a presumir de provincia de Almería y lo llevo para allá, entonces cuando le explicabas que ese pedazo de mole lo iban a derruir porque es ilegal, decían: pero ¿cómo dejaron construir todo esto? Yo digo: no, no una noche vinieron dos helicópteros y lo dejaron caer, porque de otra manera nadie se lo puede explicar. Ya te digo, no es que nadie haga una chabolilla, que es una cosa que costaba tiempo, y denuncias y denuncias mirando para otro lado.

Sí, pero hay quien quiere que este espacio se convierta en lugar de veraneo consumista como tantos otros y cuando vienen se comportan como tal.
Claro, pero ahí tiene que haber un control en el número de plazas disponibles de pernoctación. Y cuando tú sepas que hay tantos hoteles, pensiones o casas de alquiler y se puede dejar que vayan autocaravanas hasta tal límite, pues hay tanta disponibilidad y ya está. En el momento en que no se deja crecer una ciudad, un pueblo se limita de una manera indirecta, pero se limita. Pero si tú dejas construir allí, aunque hagas infraestructuras, eso se degrada.

 

Yo he conocido gente que se ha ido del Parque, porque se aburría por falta de lugares de ocio.
Bien, vale, pues me parece muy bien que se aburran, pero hay otra gente que va buscando la tranquilidad. Yo es que me llevo tres libros y no me aburro. Ahora tú te vas allí con los chiquillos y quieres que haya unos columpios y que luego haya una discoteca para pasarte la noche de juerga. Tú no puedes hacer que allí haya unas fiestas donde masivamente vaya la gente, con caballitos de choque y esos haciendo los pinchitos y todas las cosas. Un amigo mío, que fue presidente de Puleva, dice que en ciertos negocios que están muy cargados hay que buscar la diferenciación.

Foto: Paseo en la Rambla de Las Presillas © OM
     

Yo creo que sería un error buscar ese modelo de turismo en el Parque, por la esencia del Parque, porque entonces entrarías a competir con otras ciudades que, por infraestructuras o por tamaño lo van superar. Si tú lo que quieres es diversión de ese tipo, pues Roquetas, que está allí al lado, o Aguadulce o Mojácar o tiras para arriba para Águilas y toda la Manga del mar Menor.

¿Podíamos decir que las poblaciones del Parque no son pueblos normales?
No, totalmente, por suerte para ellos, igual que los pueblos de La Alpujarra. Lo que quieres es perderte y decir “no veo nadie por aquí o veo una pareja por allí…” y esa sensación es lo que tiene que buscar la gente y eso es lo que puedes poner en una guía turística y hacer que sea atractivo. Poca gente habrá que le guste ver esto con quinientas personas más pegadas a ti. En el momento en que tú te tomas perfiles comunes de competir y de hacer las mismas cosas que otros pues la has liado.

     
Foto: José Antonio Lorente © JMJ
 

¿Y eso cómo se consigue con limitaciones?
Yo haría un plan claro. Es hacer un plan de eso, limitaciones sí, todo debe limitarse, las urbanizaciones de lujo dicen “mire usted, cada chalé tiene que tener no sé cuantos cientos de metros cuadrados de zona verde, etc.” Yo no sé si aquí se ha llegado al límite en algunos sitios, pero hay que hacer estudios de todo tipo. Hoy hay tantas posibilidades de ir a tantos sitios, que tenemos que mantener cosas únicas y peculiares que sean irrepetibles. Yo veo imposible que nuestro tipo de playas pueda funcionar si esto está masificado.
Ya que tenemos la suerte de vivir en un espacio que de alguna manera legal está limitado en muchas cosas, pues vamos a sacarle el beneficio a eso. Quien tenga que venir aquí que sepa que es un parque natural y sabe que tiene una serie de limitaciones.

¿Qué es lo que menos te gusta del Parque?
Nada, como yo voy buscando eso ya me he acostumbrado a eso. Si es que lo que busco es la tranquilidad, el montón de libros que voy acumulando que puedo leérmelos a lo largo del año porque no dispongo de tiempo, voy a una playa de estas perdidas y empiezo a leer.
Y luego, pensado, a lo mejor sugeriría más identificación, por ejemplo, en algunos sitios que explicasen mejor, con placas bien puestas en algunos lugares, que te pueden explicar desde el tipo de plantas o la visión que hay o en las torres con explicación sobre su historia, la misión que cumplía, etc. Porque hay gente que va mucho y lo sabe, pero quien va por primera vez no lo sabe y está bien que se entere.

Foto: José Antonio Lorente © JMJ
 

Has hablado de los libros. ¿Sería allí bueno potenciar las bibliotecas en vez de los bares?
Pues sí. Bibliotecas, salas de lectura donde la gente pueda ir a eso. Por ejemplo, tú vas a un hotel que está medio bien y tienen una sala ahí que dices: “Que maravilla, me tiraba yo horas enteras leyendo”. En Centroeuropa se hace mucho que tú te compras una novelilla y una vez que la has leído lo donas y ahí se queda para otro.

¿Te has planteado irte a vivir al Parque cuando te jubiles? ¿O los científicos no se jubilan?
Veo aún la jubilación como algo muy lejano, pero sí que es cierto que cuando me jubile al 100% o baje mi actividad actual, me veo yendo allá con más frecuencia y más tiempo, es un lugar perfecto para disfrutar del tiempo libre con calma y ganando salud.

Entrevista realizada por Juan Manuel Jerez