Un metro de tierra no es siempre un metro, depende de quién se lo apropie y del tiempo que uno se vaya a quedar a vivir en él. Si es para toda la vida, es tuyo, pero si lo que quieres es vivir temporalmente, no te dejan. Y mucho menos si eres negro o hippy, entonces llegan de noche los devotos del ku-kus-clan y le meten fuego a tu casa. Además no es lo mismo que el apropiador indebido venga del extranjero o de otra parte de España, la que sea, o se le considere por razón de su gran capacidad económica, como natural del lugar.
En las zonas en las que la ley no termina de llegar, como por ejemplo en el salvaje oeste, los lugareños suelen gozar de impunidad a la hora de apropiarse de tierras, ejercer actividades ilegales o cometer delitos, y para no actuar contra ellos se olvida que algún día ellos no fueron lugareños sino colonos. Aquí, en el salvaje este almericano la corrupción se mantiene en niveles normales para tiempos pasados del tipo dictadura o salvaje oeste americano, cuando una actividad ilícita era consentida por la autoridad según el tipo de peinado que luciera el delincuente en cuestión o la ideología política que llevara puesta. Y es que aquí si vas rapado te puedes dedicar tranquilamente a lo que te dé la gana, que eso que llaman la autoridad no te va a molestar.
Según lo ve el alcalde de Níjar los hippies de la Cala San Pedro se han apropiado indebidamente de aquel lugar público (perdonen el error, ¡es un lugar privado!) y ejercen actividades claramente ilegales. Sin embargo no tiene las mismas visiones absolutamente claras cuando se trata, ahora sí, de respetados ciudadanos, tanto de Las Negras como del resto del municipio de Níjar, que construimos ilegalmente, nos apropiamos de terreno público por la cara, ejercemos actividades ilegales que no son declaradas o que ponen en peligro la seguridad de las personas, empleamos trabajadores sin darle cobertura social como si se tratara de esclavos, alquilamos como viviendas lugares no destinados a ese uso, etc.
Y es que la sagrada propiedad privada se está tragando a la propiedad pública y no hay escritura que lo cuente. El interés privado prima sobre el interés general, lo estamos viendo a diario. En toda Europa el saqueo del Estado es el negocio seguro. En Esppaña los cargos ppúblicos aprovechan su estatus para lucrarse privadamente (no hacen más que seguir su ideología de tiempos de Franco), sabedores de que su impunidad está garantizada porque tienen a los que interpretan la ley de su parte. Y más en estas latitudes, donde como cualquier forastero puede atreverse a comprobar, hay una ley para ppropios y otra para extraños.
Dice la concejal de cultura en el panfleto del Partido Popular Níjar Alcaldía que las próximas elecciones autonómicas serán especialmente importantes para Níjar porque si salen con mayoría absoluta, como en el resto de España, harán como en el resto de España han hecho, es decir, lo contrario de lo que dijeron que iban a hacer (Esto nos hace recordar inevitablemente el lema de aquella campaña “OTAN: de entrada, no” con la que el PSOE se rió en la cara de todos los españoles) Por cierto, señora concejal de cultura, no ya el proyecto sino la realidad “turística más importante de nuestro municipio en los últimos 20 años” ha sido y es el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, el mismo que ahora su partido sueña con destruir si se hace con el poder en Andalucía. Así es que ahora el Partido más Popular no dice que de entrada legalizará todo lo construido ilegalmente cerca de la playa, ni tampoco que está haciendo un llamamiento a toda persona de mala fe que haya construido, vendido o comprado ilegalmente, o que tenga algún que otro pecadillo inconfesable, para que vaya a votar por el partido que defiende el interés privado de cada español. Y es que si en la mayoría absoluta del PSOE de Felipe González vimos salir socialistos hasta de debajo de las piedras para regularizar su situación o consolidar su posición en el mercado ahora la suma de intereses personales lleva ineludiblemente a una mayoría absolutamente interesada en lo más personal de cada uno, que es su situación privada y una propiedad consolidada.
Últimamente está de moda entre los políticos y empresarios procesados, absueltos y condenados por delitos de corrupción en España decir que como típicos españoles todos tenemos algo que ocultar (sobre todo a Hacienda) y que ellos solo han hecho lo que cualquier respetable ciudadano de este país haría si pudiera.
Me pregunto qué pecadillos inconfesables tendrá nuestro alcalde de Níjar, y sobre todo qué estará viendo él en la Cala de San Pedro. ¿Un Algarrobico mayor aún que el Algarrobico? ¿Un superoseamegaespá para gente importante? ¿Un parque temático de la piratería y el dinero negro?
Si de verdad le preocupa, señor alcalde, el interés público (recuerde que a pesar de sus actividades privadas es usted, sobre todo, un representante público) y tiene pantalones expropie usted San Pedro (o su Partido si gana la Junta de Andalucía) y conviértalo en un bello paraje para uso y disfrute de quienes todavía disfrutan de lo público, sin propiedades privadas ni vallas ni chiringuitos ni construcciones ilegales ni apropiaciones indebidas, y no permita que nadie instale tiendas de campaña, tumbonas o negocios de sombrillas.
Y sobre todo resístase a la tentación de convertir esta Cala que ya tiene su santo en una especie de lugar de peregrinación a su gran persona, que lo estoy viendo venir: “estos lugares fueron limpiados de gente indeseable en el año del señor 2000 y tal, siendo alcalde, bla, bla, bla…, que ya tenemos bastante con ver su imagen todos los días en las vallas publicitarias como un Fidel Castro o un Gadafi cualquiera, y además en cada una de las páginas y fotos de su boletín pastoral. ¿Tanto le gusta de verdad su propia imagen? Jesús Gázquez |