Un grupo de personas, entre ellas José Ignacio Domínguez, abogado de Greenpeace, se han unido para defender la causa saharaui y evitar que caiga en el olvido. Por ello y bajo el nombre de “El barco del desierto”, pretenden realizar un recorrido por distintos puertos y países para que se escuche su voz más allá del rincón de arena en la que han sido confinados.
Este barco fue regalado por Gadafi al frente Polisario en los años 70 y trasladado directamente desde Roma hasta el campo de refugiados de Rabouni; allí sigue varado sin haber navegado nunca. El proyecto consiste en traerlo hasta Carboneras o Garrucha para proceder a su reparación y después convertirlo en museo itinerante, que recorrerá diferentes puertos hasta llegar a Estrasburgo y a la sede del Parlamento europeo.
En él viajaran una familia saharaui y un grupo de artistas del lugar encabezados por el pintor Mouluf Yeslem, llevando con ellos dibujos, pinturas y esculturas. De este modo, junto con la defensa de su causa política, darán a conocer el arte de este pueblo al resto del mundo. La intención es que cada recibimiento en un puerto se convierta en una exigencia de la ciudadanía hacia los gobernantes de todo el mundo para que acaten el Derecho Internacional legislado hacia el Sahara Occidental. Además se irá grabando un documental que ayudará a sufragar los gastos del proyecto.
Desde aquí queremos enviar nuestra voz de ánimo y apoyo a todos los organizadores, uniéndonos a su causa. La Asociación Cultural Levantisca de Carboneras ha querido aportar su grano de arena a este proyecto y ofrecerá en su sede la obra artística de Mouluf Yeslem que se podrá visitar del 18 al 31 agosto.
Si queréis más información, la encontraréis en elbarcodeldesierto.blogspot.com Clara Milla |