En líneas generales, la propuesta de Plan de Movilidad planteada por la Administración responde al objetivo general y las líneas de actuación propuestas son más o menos coherentes con aquel objetivo, aunque muchas de las actuaciones propuestas para conseguir los objetivos son inaceptables. El Plan propuesto, aunque evidentemente tiene como fin la implantación de la movilidad sostenible, se formula a partir de tramos y zonas concretas y carece, en principio, de un planteamiento general y de la disposición de medidas integrales que coordinen la efectividad de todas las medidas singulares propuestas.
La propuesta plantea suprimir la circulación de vehículos a motor de forma paralela a las playas, ofreciendo como opción el acceso “en peine” y creando nuevas áreas de aparcamiento para los vehículos. En esta medida cabe destacar como una propuesta inaceptable, la creación de un área de aparcamiento próxima a la desembocadura de Rambla Morales a la que se accedería a través de un camino que atravesaría Las Amoladeras a través de una zona de reserva (clasificada como A en la zonificación del PORN) y partiría de la Carretera de Cabo de Gata (ALP-202). Actualmente este camino es inaccesible para vehículos a motor, siendo prácticamente un sendero en el que en muchos tramos no es accesible ni en bicicleta.
Otra propuesta fuera de lugar que se realiza en el informe preliminar es la posibilidad de cortar la carretera que va desde San Miguel de Cabo de Gata hasta la Almadraba de Monteleva y ejecutar un nuevo acceso alternativo rodeando por el noreste las salinas hasta llegar a La Fabriquilla. También se propone realizar un nuevo acceso al camping La Caleta y a la Cala del Cuervo, supuestamente para suprimir el actualmente existente.
En general, las propuestas concretas van encaminadas a facilitar el acceso a las playas de forma masiva a los vehículos a motor particulares, ejecutando para ello áreas de aparcamientos próximas a la costa a las que se accedería en algunos casos realizando nuevos caminos, algo del todo inadmisible.Se echan en falta algunas actuaciones generales que favorecerían la funcionalidad del Plan en su conjunto. En primer lugar, no se recoge un plan específico para la información y sensibilización de los visitantes del Parque en relación con la movilidad sostenible. Si, como debería plantearse en el Plan, existiesen una serie de grandes aparcamientos en las principales vías de entrada al Parque Natural que permitiesen restringir al mínimo imprescindible el tráfico privado, estas áreas de aparcamiento obligatorio deberían utilizarse para la divulgación del concepto de movilidad sostenible y para ofrecer a los visitantes opciones de movilidad adecuadas (bicicletas, senderos interconectados, etc...)
Con carácter general, los 'aparcamientos de disuasión' previstos en el Plan se sitúan dentro del corazón del Parque, por lo que el impacto medioambiental del tráfico privado seguiría manteniéndose en niveles necesariamente mejorables. Consideramos que estos núcleos deberían situarse en los límites geográficos del Parque Natural, y que el acceso al mismo por los visitantes debería realizarse a través de medios de transporte sostenibles como el transporte público, la bicicleta o la red de senderos. Con la configuración propuesta en el Plan, el Parque seguiría soportando un intenso tráfico privado hasta prácticamente las inmediaciones de las zonas naturales más sensibles, lo cual pone en duda y peligro, en gran medida, el aspecto conservador o preservador de las actuaciones previstas.
Una solución a esta cuestión sería que los intercambiadores bici que se han incluido en el Plan, en 'puntos de entrada' al Parque, no sólo representasen espacios para un 'eventual' cambio del vehículo privado por bicicleta, sino que fuesen puntos en los que obligatoriamente los visitantes hubieran de intercambiar su vehículo privado por bicicletas o por opciones de transporte público. Esta medida supondría establecer puntos de alquiler de bicicletas (generadoras de actividad económica sostenible en la zona) y diseñar una red de transporte público que interconectase esos 'intercambiadores de entrada' con las zonas de mayor afluencia e interés del Parque Natural.
Si, como al parecer pretenden las Administraciones implicadas, el Parque Natural debe proporcionar al visitante“una experiencia singular en un espacio singular”, el Plan de Movilidad debe contribuir a que, también desde el punto de vista de los medios y vías de transporte, nuestro Parque represente un espacio especial en el que los desplazamientos dentro de él supongan experiencias que permitan disfrutar de los encantos naturales de la zona. Aunque la intención y las medidas previstas pretendan ese fin, podemos afirmar que el Plan de Movilidad tal como se ha propuesto no lo lograría, pues no apuesta decidida y definitivamente por las soluciones sostenibles de movilidad.
El sueño de un Parque casi libre de automóviles privados, con un entramado de carriles bici que nos permitieran ir del El Cortijo del Fraile al Corralete, de la Vela Blanca al Cerro Negro, de Torre García a La Fabriquilla, etc., no sólo tornaría nuestro Parque en un pequeño paraíso para el disfrute pleno de la naturaleza, sino que lo convertiría en un lugar único, una zona capaz de generar un atractivo turístico no estacional. Para ello el futuro Plan de Movilidad debe facilitar un Parque abierto a las bicis y cerrado al máximo al tráfico privado. Un Parque en el que las bicicletas se muevan seguras de un lado a otro y en el que la red de transporte público nos garantice a todos la posibilidad de prescindir de nuestro vehículo a motor y nos asegure poder movernos a dos ruedas por senderos junto al mar y a lo largo de los maravillosos Campos de Níjar. No es sólo cuestión de soñar...
Asociación Amigos del
Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar |