Home
El Eco
Noticias
Juridico
Senderismo
Conocer
Planos y mapas
La Asociacion
Estatutos
Enlaces
Contacto
Casas rurales, hoteles, cortijos,
y otros servicios
en el Parque

Visita nuestros Patrocinadores
  Camisetas de la Asociación
Diferentes tallas, modelos y colores
Descúbrelas
y cómpralas
 
Síguenos en

Sitemap

Aviso legal
Política de cookies
Política de privacidad

Webdesign: espacioazul.net

 
 
 
 

Cartas y opiniones

Desde aquí os animamos a enviar vuestras cartas contándonos anécdotas, comentarios y opiniones sobre todo lo relacionado con el Parque Natural. Podéis hacerlo a través de Internet o por correo postal. Gracias.
Crecimiento urbano en Las Puertas

Llevo años recorriendo y disfrutando de este Parque Natural. Años creyendo que los cambios que experimenta, no siempre para bien, están sometidos a la más riguroso disciplina legal, como corresponde a un espacio tan protegido, nacional e internacionalmente, como es este Parque.

A veces, nos sorprendemos incluso por la estética que se elige en los núcleos urbanos, siempre parecidos a los de cualquier ciudad, sin que el visitante o el residente puedan recordar en ningún momento que se encuentran en un lugar de alto valor ambiental, más bien sucede lo contrario, hemos de pensar que, pese a todo, esto es un espacio protegido y nada, por feo o bonito que nos parezca, que aquí suceda ignora tal condición.

Otras veces, nos consolamos pensando que todo el mundo tiene derecho a disfrutar de él y que por ello es inevitable que se masifique, porque cada día somos más los ciudadanos que valoramos un medioambiente natural.

En fin, hay otros argumentos para conformarse, como el del desarrollo sostenible, que debe ser el que está propiciando que España se quede sin suelo, sin suelo, sin costa, sin pueblos, y sea una inmensa urbanización.

Así divagaba, cuando volví a pasar una vez más por la barriada de Las Puertas, cercana al cruce que lleva al Pozo de Los Frailes y luego a San José. Por un momento, recordé el no tan antiguo lugar. ¿Ahora los cultivos tradicionales se acompañan de esa inmensa urbanización de muralla de piedra, caminos? ¿Que especie de oro se va a cultivar dentro para que rentabilice esa inversión?

¡Cómo han proliferado las casas, cómo se han ampliado! ¡De dónde ha salido ese hotel rural! ¿Por qué junto al hotel cada vez que se quita un cañizo aparece una nueva construcción?

Todo esto no puede ser legal, me dije, en unos años, cuando el lento caminar de la Administración y de la Justicia hayan alcanzado la meta, volveremos a encontrarnos con la barriada de verdad, la que todos conocemos. Estoy en lo cierto ¿no es así?

M.H. Alarcón

El emblemático Cortijo del Paraíso

El Cortijo del Paraíso, en el paraje de Escullos, siempre me ha parecido un lugar especial; mucho antes de verlo en el cine, había reparado en su singularidad. Una de las pocas muestras de arquitectura tradicional en las cercanías de la costa, y de las importantes.
Como el Cortijo de la Loma o el de Los Frailes o el Romeral, pocas señas quedan de una forma de vivir tan característica como la de esta zona.

Bien es verdad que, como demuestra la historia, los restos que nos quedan no son los de las efímeras viviendas de los pobres y desheredados, sino las de los mejor acomodados.

Después, cuando fue creciendo mi interés por las gentes que poblaron este singularísimo litoral, comprobé que nuestros políticos también habían considerado indispensable proteger estos vestigios de otros tiempos llegados hasta nuestros días. Los valores antrópicos, como los geológicos, los de la flora y la fauna, eran un objetivo a proteger y una de las razones o argumentos fundamentales para su protección. Así se manifiesta en las distintas memorias descriptivas que han ido presentando y presentan nuestras administraciones para conseguir que este espacio esté tan protegido.
Primero se devastó la fisonomía tradicional de los núcleos urbanos. No es que hayan crecido hasta la desmesura para alojar a los visitantes de un mes al año o simplemente para ofrecer al público inversión especulativa en ladrillo, es que ni siquiera se ha conservado el núcleo urbano tradicional. ¡Qué decir de la acomodación estética de lo nuevo!

Empezando por las Administraciones, no olvidemos que la de Medio Ambiente fue la responsable de la demolición del núcleo arquitectónico protegido del poblado minero, y terminando por los permisos municipales que se conceden para devastar otros núcleos de arquitectura protegida como sucede con Hortichuelas Altas, esto es de surrealismo puro.

El nefasto destino del Cortijo El Paraíso es otra muestra más de la devastación que permiten y toleran nuestras Administraciones respecto de uno de los singulares valores de este Parque. Considerado y catalogado como una de las principales muestras de cortijo tradicional levantino, ha sido desmesuradamente ampliado, algo no permitido que se ha convertido en regla general después de lo acontecido con el Hotel Naturaleza en el Playazo, deformado y transfigurado. El cortijo del Paraíso ya no existe.

A. Martínez y M. Medina