Mi trabajo es una aventura del espíritu, casi una forma de meditación… una necesidad interior…. un modo de entrar en el juego de la vida” (Simonetta Ferrante)s
Nacida en Milán (Italia), Simonetta Ferrante dio sus primeros pasos artísticos en el campo de la música con un diploma del Conservatorio G. Verdi de Milán. Pero, tras una breve estancia en Londres, donde estudió en la Escuela Central de Artes y Diseño, cambió pentagramas y notas por el diseño gráfico y la pintura. Durante un tiempo trabajó como diseñadora gráfica en importantes editoriales italianas (Garzanti, Bompiani). Luego, a partir de 1975, se comprometió definitivamente con la pintura. Y regresó a Inglaterra para tomar clases de artistas como Cecil Collins, John Epstein o Dennis Creffield.
Su larga experiencia en el diseño gráfico y su trabajo en la Asociación Caligráfica Italiana han dejado una huella en su arte: “usar la caligrafía en mi trabajo ha determinado un cambio en el modo de experimentar y contribuido a descubrir mi propio lenguaje”.
Desde 1988 ha participado en numerosas exposiciones colectivas e individuales. La última tuvo lugar en el 2008, en Milán Associazione della Permanente e Museo y llevaba por título Permanente… Impermanencia en alusión a las obras hechas con material de descarte de otros cuadros que la autora presentó. Al utilizar esta técnica su intención era rendir un homenaje al ciclo vital de la naturaleza, “que no desaprovecha nada, sino que todo lo transforma y regenera”. Y al mismo tiempo llamar la atención sobre el proceso alquímico del tiempo, gracias al cual cada elemento se transfigura en otra cosa.
Los cuadros que aquí vemos pertenecen a la exposición Mar absoluto, celebrada en el año 2000 en el instituto Brasil-Italia. Son obras creadas para ilustrar las poesías de la escritora brasileña Cecilia Meireles pero que, según la autora, se adaptan a la perfección para describir el sentimiento que le inspira el mar del Cabo de Gata.
Desde que llegó a estas tierras, hace más de diez años, no ha dejado de admirar este paisaje, incluso ha aprendido español. “Empecé viniendo de vacaciones con mi marido y, tras haber enviudado, no puedo faltar a mi cita anual. Cada verano me instalo unas semanas en Aguamarga, donde ya tengo amigos, y me encuentro como en casa. Me gusta que la construcción no haya llegado a invadir totalmente este entorno. Y disfruto visitando los pueblos de alrededor y contemplando su artesanía. Aquí recupero fuerzas para volcarme luego en mi trabajo”.
En espera de poder contemplar las obras de Simonetta Ferrante en nuestro Parque, quien desee saber algo más sobre la autora puede consultar www.simonettaferrante.it
Gloria Garrido
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