He pasado mis vacaciones interplanetarias en el Parque Natural Cabo de Gata-Nijar. Me gusta mucho el Eco del Parque y, antes de volver a Marte, quiero dejar constancia en vuestra revista de lo que he visto por aquí. El Parque es muy bonito, tiene un paisaje maravilloso, aunque lo encuentro lleno de contradicciones, no entiendo del todo lo de “Natural”. Pero, aparte de la naturaleza, a mí me gusta observar a la gente y lo que más me ha impresionado han sido las Elecciones Municipales en los pueblos que hay por estos alrededores.

Me he dado muchos paseos con mi platillo y he visto una precampaña más que sucia por parte de los grupos gobernantes, una campaña presionante e intimidatoria contra las demás fuerzas políticas y sus posibles apoyos, un descarado mercadeo de votos y un enorme abuso del voto por correo para amarrar las compras. He visto que los partidos que están en el poder no luchan por sus pueblos, pelean por mantener sus puestos, su nivel de ingresos, sus influencias y sus negocios bajo cuerda. Los partidos de la oposición tampoco luchan por sus pueblos, luchan por derrocar a los que llevan más de veinte años instalados en el poder, por ocupar su lugar y por hacerles pagar los agravios, las ofensas, los abusos; les tienen un odio personal alimentado durante años y tampoco dudan en utilizar cualquier arma contra ellos. He visto traiciones, he visto miedo, he visto algunos soñadores que querían hacer algo bueno y se han derrumbado en el camino, he visto gente decente que se maleaba en la guerra sucia de las urnas.

No puedo entender cómo los humanos se sienten libres, no sé cómo pueden verse representados por estos políticos, no sé que hacéis los ecologistas luchando por un Parque Natural que han declarado los mismos políticos para apuntarse el tanto y al que agreden a diario para llenarse los bolsillos. Lo que he visto me ha llevado a pensar que los ecologistas sois los más ilusos de los humanos, los más tontos, los más humillados; pero cuando miro las barrigas de los negociantes, las feas caretas de los políticos y la falta de expresión en el rostro de sus aborregados seguidores, veo que sois los únicos que han entendido algo.

De todas formas les contaré a mis compañeros marcianos lo que he visto y quizás, con el apoyo de nuestra avanzada sociedad, podamos hacer algo por el medio ambiente de la Tierra, por las plantas y los animales. Por los humanos no creo que podamos hacer nada, lo siento por vosotros pero, en vista de lo visto, tengo la esperanza de que os autodestruyáis antes de que acabéis con este precioso planeta.

Todo esto, no sé por qué, me trae a la mente un poema que escribió Saturnino Kañero, que es un clásico de mi planeta. Os lo dejo de regalo:

“Busco gallinas y sólo oigo gallos,
busco palomas y encuentro pichones,
busco perdices y todo son machos.
Cantan a todas las horas,
hinchan el pecho
y se ufanan.
Pero todo es apariencia,
no hay valor sino teatro,
todo es hueco sin sustancia.
Venía buscando vida
y he encontrado sólo paja,
ruidos, gorjeos y cacareos.
¡Qué triste pueblo
el que no tiene anhelos!
¡Qué triste pueblo
el que no tiene huevos!”

Saludos solidarios de vuestro amigo extraterrestre, porque al fin y al cabo los ecologistas y los marcianos somos igual de verdes.

Marci el Marciano