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Fernando
Luque
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Fotos:
Reproducción
obra, © Fernando Luque
Reproducción
obra, © Fernando Luque |
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Fernando Luque
Espinosa es un pintor nacido en Granada en 1966, que
lleva mucho tiempo creando y expresándose por
medio del color.
Entre 1991 y 1996
realiza varias exposiciones en su ciudad natal y, después,
su pintura se diluye en los vericuetos de la vida, en
la urgencia del trabajo remunerado, en aulas y pasillos.
Desde hace unos años, profesionalmente es uno
de esos profesores de bellas artes, interinos itinerantes,
que recorren Andalucía hasta que aprueban la
oposición o deciden dedicarse profesionalmente
al arte. Pero Fernando lleva varios años itinerando
sólo en nuestro Parque, entre Agua Amarga y Carboneras.
Sin perder de vista, literalmente, el mar.
Su labor educativa
le había tenido algo apartado de los pinceles,
pero hace un par de años que ha vuelto a las
andadas y ha preparado dos exposiciones en la Asociación
Levantisca de Carboneras. La última en la primera
quincena de este mes de junio. Su trabajo ha evolucionado
de la más pura abstracción con trama,
urdimbres y pequeñas manchas de color en obras
de gran formato, a la figuración tamizada, a
la observación de la realidad desde tan cerca
que muchas veces no se reconoce, algo así como
el mundo visto a través de un microscopio, en
formatos más reducidos. Fernando Luque trabaja
actualmente sobre papel, con témpera y ligeros
toques de cera. Su obra está a medio camino entre
figuración y abstracción, ahora y aquí
surgen manchas que sugieren volumen y profundidad.
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En todas sus
obras flota un uso intenso del color, un aspecto inacabado
y una sensación de movimiento conseguida a través
de la repetición. En su obra, según el
autor, se detiene el tiempo y todo cabe dentro de un
grano de arroz. Sus cuadros evocan un paisajismo propio,
panorámicas irreales, recordadas a través
del tiempo, soñadas o adaptadas por la vista
o el subconsciente del autor; sus creaciones tienen
un mundo de distancias y espacios particulares pero
dejan sitio para que el entorno aporte su influencia.
Colores intensos,
motivos expresivos y reiterativos, impresiones fuertes
para la retina que se mantienen incluso después
de retirar la mirada del cuadro. Fernando Luque es un
hombre tranquilo, observador, amante de las montañas,
del mar y del yoga, pero cuando coge el pincel se convierte
en un pintor impulsivo, impaciente, casi provocador.
Una especie de Doctor Jeckyll y Mister Hide pictórico
que, por suerte, tenemos cerca para aportar su granito
de arena al arte que se hace en nuestro Parque. Mario
Mario Sanz
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