Inmediatamente le contestó
la Consejera de la Junta, Fuensanta Coves, acusándolo
de desconocimiento de la situación, de
hacer caso a las infundadas denuncias de los grupos
ecologistas e invitándole a visitar el
Parque de Cabo de Gata para que compruebe sobre
el terreno su buen estado de salud. Es más,
se permitió valorar sus declaraciones como
amenazas que no se cumplirán.
Para arropar las declaraciones
de la Consejera, en las mismas fechas y desde
la Universidad de Almería, se promueve
un manifiesto en el que numerosos científicos
de todas las especialidades corroboran la certeza
del diagnóstico de la Consejera. El Parque
Natural goza de una salud inmejorable, no sólo
no ha existido desprotección o deterioro,
sino que la gestión de la Junta ha sido
altamente positiva en este espacio protegido,
sin que encuentren nada que objetar a la nueva
regulación que proyecta la Junta.
Cuando menos, causa sorpresa
que un manifiesto de este tipo, que se pretende
presentar justificado con razones científicas,
no sólo no encuentre lesiones a un espacio
protegido que está sometido a tan fuerte
presión urbanística y agrícola,
sino que no pone de relieve las medidas que mejorarían
su conservación ¿o es que científicamente
es tan perfecta que no cabe mejorarla? ¿o
es que resulta irrelevante científicamente
para el espacio que se contemplen 500 h. de suelo
urbano y otras tantas de agricultura intensiva
y otras casi 5000 h. de cultivos intensivos al
aire libre, o que se pueda roturar más
de la mitad de la superficie del Parque? Qué
ciencia tan rara es ésta, nos preguntamos
algunos.
En fin, puede que haya
otras razones. Los promotores del manifiesto son
de la universidad de Almería; es decir,
los que dieron la cara en la prensa son exactamente
las mismas personas que han redactado (y cobrado)
el proyecto de PORN que les ha encargado la propia
Junta de Andalucía. Criticar el proyecto
de PORN significaría poner en cuestión
el propio trabajo. Como autores del proyecto,
no harán otra cosa que no sea defenderlo,
como es lógico, y sus resultados científicos
no podrán ser diferentes a los pretendidos
por quien paga.
Si tenemos en cuenta, además,
que toda la cúpula dirigente de Medio Ambiente
de la Junta de Andalucía proviene de la
Universidad de Almería, incluida la Consejera,
sería muy interesante conocer las relaciones
económicas entre la Junta y los investigadores
vinculados a cuestiones medioambientales de esta
universidad (con cuántos proyectos de la
Junta han sido agraciados y a cuánto se
eleva la subvención de los mismos, por
no hablar de otros posibles vínculos de
jerarquía laboral, etc.).
Esperamos impacientes la
visita de Castroviejo, deseamos poder enseñarle
in situ El Algarrobico, Marina de Agua Amarga,
la urbanización de La Isleta, la de Las
Negras, la piscifatoría, los invernaderos
ilegales, el impacto de las infraestructuras como
la depuradora de Rodalquilar o Las Negras, las
roturaciones, etc. Y confiamos en que todas las
voces, incluidas las ecologistas, estén
invitadas a la recepción de ésta
y otras personalidades.
Amigos
del Parque.
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