La característica
geológica principal es la actividad volcánica.
El Parque encierra la formación volcánica
más importante por su extensión,
complejidad y variedad de la península
Ibérica. Constituye un macizo volcánico,
no sólo una agrupación de conos
y coladas dispersas, como en otros lugares. Los
volcanes como apertura de las profundidades de
la tierra, los ojos de la tierra, así como
la variedad de coladas con sus caprichosas formas,
rocas de aspecto atormentado, de pasado líquido
y sus colores oscuros, forman gran parte del paisaje
más reconocible del Parque. El paisaje
de Las Negras, las chimeneas volcánicas
del Arrecife de Las Sirenas, la colada basáltica
de Punta Negra y Punta Baja son ejemplos de gran
sugerencia estética. La segunda nota destacable
es su carácter desértico. El desierto
como paisaje vacío, su desnudez, siempre
ha resultado sumamente atractivo para el amante
de la introspección, de la observación.
Constituye un elemento estético de primer
orden.
Con estos dos principales
elementos podríamos realizar la primera
propuesta de acción estética. Un
campo-jardín de tierras. Elegiremos un
paraje adecuado, visible desde varios puntos,
por ejemplo valles como Genoveses o Rodalquilar
y colocaremos en disposiciones geométricas,
contenedores de las distintas tierras de colores,
piedras de diversas texturas o tamaños
correspondientes a los lugares que rodean a nuestra
acción.
Finalmente, un curioso
elemento característico también
del Parque como paisaje desértico, es la
rambla. Las ramblas, cauces permanentes del río,
de un río que no lleva agua salvo en las
avenidas cuando llueve suficientemente, tiene
también un gran valor estético.
Sugiere muchas propuestas sobre la relación
lleno-vacío. Los paseos por su interior,
por un lugar-no lugar, que no nos corresponde
del todo, son enormemente atractivos.
Las acciones estéticas
relacionadas con la rambla pueden también
abarcar el aspecto reivindicativo proponiendo
puentes simbólicos, limpieza de basuras
y acumulación en sitios estratégicos,
como monumentos a la peor acción humana.
Vidal Hurtado
|