Las características social
e histórica de aislamiento del espacio que ocupa
en la actualidad el Parque Natural de Cabo de Gata-Nijar,
debido a una orografía creada en la era terciaria,
con una erupción volcánica que formó
la serrata que preside este espacio medioambiental,
permitió que en esta superficie marítimo-terrestre
se dieran una serie de endemismos naturales y sociales
que hoy en día son muy apreciados por muchas
de las miles de personas que nos visitan todos los años.
Cabo de Gata ocupa una superficie de 38.000 hectáreas
terrestres y 12.200 marinas. A lo largo de sus 60 kilómetros
de costa este parque natural muestra una variada gama
de acantilados que alternan con playas y calas de muy
distintos tamaño y texturas. Por su belleza y
calidad de aguas constituye un lugar idóneo para
el disfrute de bañistas y amantes del sol.
Pero no debemos olvidar que este
espacio protegido alberga además multitud de
formas de vida, terrestres y marinas, que justifican
su declaración como Reserva de la Biosfera en
1997. En verano se produce la mayor afluencia de visitantes,
principalmente bañistas, pero la mayoría
también se sienten atraídos por una arquitectura,
una forma de vida, que les llama poderosamente la atención
y les sorprende.
El Cortijo del Fraile, a pesar
de encontrarse en un estado ruinoso, reúne todas
las características de esa forma de vida que
se remonta a siglos pasados. En torno a este tipo de
edificaciones existía una forma de vivir y de
ver la vida que Federico García Lorca recogió
magistralmente en Bodas de sangre y de la que nos dejó
magnífico testimonio Carmen de Burgos.
La Asociación de Amigos
del Parque Natural Cabo de Gata, que gustosamente presido,
nació con el objetivo de defender los valores
naturales de este espacio y trabajar por dinamizar la
vida cultural que en el parque se genera. Cabo de Gata
ha sido durante las últimas décadas refugio
de numerosos artistas que en su luz, su tranquilidad,
transparencia de sus aguas y la soledad de sus paisajes,
han venido a buscar esa inspiración que en las
grandes urbes no encuentran.
Nuestra asociación sabe
que la causa que defiende, como lo hace apoyando este
manifiesto en reivindicación
de la restauración y transformación en
museo del Cortijo del Fraile, es muy difícil,
porque sobre este territorio, con playas vírgenes
y grandes extensiones de terreno, existe una gran presión
de intereses económicos que atraen a los especuladores
del suelo y sus proyectos de grandes urbanizaciones
turísticas; explotaciones bajo plástico
o al aire libre de cultivos intensivos o arrastreros
que devastan los fondos marinos y arrasan la mayor extensión
de plantas posidonias de Europa.
Un pequeño grupo de personas
nos sentimos en la obligación moral de defender
los intereses de todos frente a la fuerza economicista
de estos especuladores. Intentaremos no ceder y luchar
por defender este espacio. Sabemos que es difícil
y que somos como David contra Goliat. Pero si no lo
hacemos, no habremos satisfecho nuestras conciencias.
Antonio Hermosa
Presidente Asociación Amigos del P. N. Cabo
de Gata-Níjar
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