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Aprovechamiento ecológico de la pita

Desde la época más antigua de la humanidad, la pita tiene una gran importancia económica para la población mejicana. Suministra la materia prima para el famoso Tequila, sirve como suministradora de fibras para la alimentación, jabón y mucho más. Desde México, estas plantas se extendieron por todo el mundo a partir del siglo XVI. Desde entonces, en Europa, se han aclimatado básicamente al litoral mediterráneo, donde marcan la imagen del paisaje.

Foto: Pitas en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, © Timbe Drums

Junto al agave Sisalana, en el sur de España, el agave americana es el más extendido. Esa especie es la que Timbe Drums utiliza para la fabricación de sus tambores artesanales. Timbe Drums se ha especializado en el aprovechamiento y la elaboración de la madera de pita, desde 1993. El año pasado celebraron su 10º aniversario en la fabricación de tambores. Desde el comienzo, desde aquel primer tambor hecho de madera de pita, esta madera sigue ocupando el centro de su trabajo artesanal que hoy se extiende a lámparas, cofres, macetas, etc.... Este texto es un resumen de informaciones sobre el aprovechamiento de pitas y el gran provecho ecológico de su madera. En la época de la industrialización, se olvida cada día más ese aprovechamiento múltiple.

Foto:
Pitas en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar,
© Timbe Drums

LA PITA Y SU MADERA

Las pitas o agaves (o magueys en México) son plantas que se caracterizan por sus hojas gruesas y carnosas y suelen emitir raíces largas para absorber la mayor cantidad posible de agua. Estas plantas suculentas, con casi 500 variedades, propias de zonas con poca lluvia, almacenan cantidades considerables de agua en sus hojas. Sus rizomas originan plantas nuevas y se reproduce también a partir de semillas, bulbos o raíces subterráneas. Dependiendo de la especie, el tallo de la flor alcanza hasta 12 metros de altura. El proceso de floración termina con la vida de la planta, entre los 7 y los 30 años de edad. Ese tallo crece aproximadamente 1 metro en una semana. Después de la floración echa semillas y empieza a secarse.

La madera se recolecta después de su proceso de reproducción y ¡una vez seca y absolutamente muerta!. A pesar de ello no se puede cosechar dentro del territorio del Parque Natural, donde está protegida.

La madera tiene una riqueza del colorido, una presencia exótica y un peso muy ligero. La fabricación de tambores fascina por la forma y utilidad casi perfecta que tiene como cuerpo de sonido en piezas únicas.

Desde el aspecto ecológico, el aprovechamiento de la madera de pita es símbolo del respeto al medio ambiente y las reservas de nuestro planeta, generando nueva vida a partir de “madera muerta”. Mientras la deforestación continúa sin cesar, ese aprovechamiento por lo menos es una pequeña contribución, buscando salidas a la crisis universal ambiental, que ¡cada día se hace más real!

SUMINISTRADORA DE FIBRA

La pita (A. Sisalana) es, como el cáñamo, el algodón y el coco, uno de los abastecedores de fibras más importantes. Las fibras obtenidas de sisal son de varias calidades, tienen una textura dura y de diferentes longitudes. Estas fibras son de color blanco, o blanco amarillento, resistentes al agua, suaves y ligeras de peso, a pesar de su resistencia.

El origen del cultivo de pitas para la extracción de fibra se sitúa en la península mejicana de Yucatán. Desde el pueblo portuario “Sisal”, las fibras se distribuyeron por todo el mundo. En la actualidad Brasil es líder en la exportación de sisal con una producción de más de 55.000 TN al año incluso por delante de Kenia.

En condiciones climáticas buenas se empieza a cosechar a partir de los 3 años. Las fibras se obtienen de las hojas carnosas, se lavan y se dejan secar al sol. El tejido de la planta se elimina mediante proceso de magullado, raspado y lavado. El 95 % son “residuos” utilizables como pienso y abono o seco como combustible.

Las fibras, de más de 90 cm de longitud, se emplean en cordelería y soguería (cordaje, bramante, etc.), lonas, lonas impermeables y toldos. Además se usa para la fabricación de ropa, sacos, redes, esteras y cestas. Otra variedad de fibra, el Tampico, se utiliza para fabricar cepillos y pinceles, acolchados, materia prima de papel y tableros para la construcción, ya que tiene unos filamentos mucho más cortos y rectos.

Fotos:
Cosecha de pitas (abajo), cuerpos de tambores en preparación (arriba) y tambores de varios tamaños de madera de pita, © Timbe Drums

ALIMENTACIÓN Y DEGUSTACIÓN

La población mejicana emplea las pitas desde la época de los mayas, a quienes les fue de gran utilidad, hasta nuestros días como un alimento nutritivo. Sobre todo aprovechan las hojas carnosas, el jugo (la savia) y el tallo. Una de las razones decisivas para la utilización de la pita como alimento es su contenido alto en azúcar, que se consigue tras la cocción para facilitar la digestión.

El grano de la pita, parecido a una piña gigantesca, se descubre al cortarle las hojas. Tiene, como la yema, el más alto contenido en azúcar y por eso es apreciado como pienso para los animales. Los aborígenes mejicanos cocinan los capullos y las hojas de la pita, que se mastican hasta dejar las fibras. Con la papilla de las plantas se hacen pasteles y los pétalos de algunas especies se cocinan con huevos. Si extraemos la savia de pita encontraremos un alto contenido en fructosa y hasta un 90 % de hidratos de carbono. Comparado con el azúcar de caña y de remolacha azucarera, la savia es un 20 % más dulce, convirtiéndose así en un alimento apto para diabéticos. En herboristerías se distribuye la savia de pita.

Fotos:
Tambores, lámpara, pueblo andaluz, armario, colección de llámparas y cofres en madera de pita (de arriba a abajo),
© Timbe Drums

Con la savia de algunas especies se elaboran bebidas. En México, la savia del agave americana, denominada aguamiel, se deja fermentar entre 3 y 4 semanas para obtener una bebida alcohólica llamada pulque. También se conoce como vino (o cerveza) del agave. La graduación alcohólica es de un 3 ó 4 %. Para obtener aguamiel se escogen pitas que tengan entre 20 y 25 años de edad. De una pita grande se puede obtener una cantidad de 4 y 8 litros de jugo azucarado al día (hasta 100 litros de cada planta). En México se consumen más de 400 millones de litros al año.

El Tequila, licor o aguardiente originario de México, es una bebida muy conocida que se elabora con una variedad de maguey del género Agave (A. Tequilana) y que se consume en todo el mundo. Para México, que produce 200 millones de litros al año, es uno de los productos más exportados. La destilación de aguardiente fue introducida por los europeos. En el pueblecito “Tequila” se destiló el primer aguardiente de agave en el año 1621. La pureza del tequila se controla por el Consejo Regulador de Tequila (CRT). La etiqueta lleva entonces la indicación de 100% agave. La Ley internacional tolera que otras marcas, de calidad muy inferior a la del original, se llamen tequila si contiene al menos un 51% de agave. En Alemania, por ejemplo, se comercializan sólo un 2 % de las marcas auténticas. En México D.F. hay bares especializados para amantes de este producto, donde se ofrecen no menos de 250 variedades de tequila. Otra de las variedades de licor es el mezcal.

MÁS UTILIDAD

Las raíces de algunas especies producen una pulpa que al mojarse se transforma en una espuma que se emplea como jabón. Estas plantas jabonosas se llaman amoles. Los aborígenes de México utilizaban esta emulsión para lavar el pelo y la ropa.
Los tallos resecos, como para la fabricación de instrumentos musicales, se utilizan también para andamios y vigas en la construcción. Separando las espinas junto con una fibra, se utiliza como “combinación de hilo y aguja” para coser. Otros hacen de las espinas armas. Las pitas se colocan, como otras plantas crasas o suculentas, para hacer seto vivo o para limitar parques y jardines en las ciudades.

Las pitas se utilizan también como plantas medicinales. Se dice que el jugo (la savia) de las hojas y las raíces tiene efectos curativos. El curandero Kneipp utilizaba con éxito las pitas para su tratamiento terapéutico. La savia extraída de las plantas es buena contra la tos ferina. Los polvos de la pita se dan en dosis pequeñas contra la ictericia, dolencias estomacales, hepáticas, el reúma y cuando se padece de amenorrea. Las hojas machacadas remedian las heridas y quemaduras leves.

Timbe Drums
Más informaciones en:

www.timbedrums.com