Por último, el 24 de febrero, obstinado, vuelvo por tercera vez allí y veo que todas las películas de plástico han desaparecido. Además, el montón de residuos ha sido nivelado y en parte enterrado. Este trabajo es sin duda muy reciente a la vista de las huellas de la máquina agrícola que ha esparcido y parcialmente enterrado los residuos. Pero, mirando de cerca, vemos que el viento, y sólo él, ha esparcido los plásticos que se encuentran ahora dispersos más arriba en la montaña.

Esto evidencia la falta de conciencia de los efectos de la contaminación por la duración de la vida de los plásticos. Sin reciclar, al aire libre o enterrados, tienen un grave impacto en el medio ambiente. La naturaleza no tiene que sufrir este tipo de agresiones.
Es hora de que cada uno de los actores tome su responsabilidad en la preservación del entorno natural. Espero que los autores de estos actos se den cuenta de la magnitud de su estupidez y del costo que generan a la sociedad de la que forman parte.

Jacques Fortunier