16 años realizando rutas por el Parque dan para mucho. Este verano hará 27 años que lo descubrí. Algo tiene que tener que no me puedo separar de él desde entonces. Un magnetismo que atrae a todos. Es algo mágico, porque otras cosas, hábitos o personas pueden llegar a cansar de tanto verlas. Pero Cabo de Gata no. Posee feeling. Su esencia te cautiva. Es como un perfume que te embriaga de tal manera que, aun sin estar en él, te acompaña allá donde estés. Cuando conoces algo tan interesante, nace en ti un deseo de explorarlo por todos sus rincones. Y eso hice y sigo haciendo.

Yo había hecho mis pinitos con amigos antes de que pensáramos en la Asociación de Amigos del Parque ofrecer un programa de rutas para todos. Sentía el deseo de compartir con la gente las distintas zonas del Parque Natural. No es sólo andar por sitios maravillosos, es descubrir un mar de sensaciones muy difícil de describir con palabras pero quien haya estado en alguna de nuestras rutas sabe muy bien de lo que hablo.

A lo largo de estos años nos ha acompañado mucha gente, algunos todavía lo seguís haciendo. Habréis podido comprobar cómo hemos ido evolucionado en el tiempo. Intentamos que sean variadas y de distintos niveles de dificultad para abarcar un amplio abanico de público.