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La plaga de las chumberas

 

La plaga de las chumberas se extiende sin control por la provincia de Almería.

Con el paso del tiempo la chumbera se ha convertido en una especie con un alto valor etnográfico en la provincia de Almería y en un elemento indispensable en nuestros paisajes. Este hecho unido a que fue un alimento imprescindible para muchas familias en épocas de sequía y pobreza, su uso como forraje para los animales, como lindes entre parcelas o para retener el suelo, convierten a la chumbera en una especie muy popular entre los almerienses.

La chumbera, penca, pala, higuera chumba, tuna o nopal, pertenece a la familia de las Cactáceas, que consta de más de 300 especies, todas originarias del continente americano, donde crecen de forma silvestre. Son muchas las especies de esta familia que producen frutos comestibles, pero la especie que ha sido plantada por excelencia ha sido la Opuntia ficus-indica por la suculencia y dulzor de sus frutos.

Fotos: Chumberas afectadas en Los Genoveses © GCO
 

En el siglo XVI, entre 1548 y 1570, con las expediciones al Nuevo Mundo, fue traída por los conquistadores españoles, siendo una de las primeras especies americanas introducidas en Europa. Con el paso del tiempo, aunque esta especie ha formado parte de muchos paisajes a lo largo de la costa mediterránea, fue en Almería donde se introdujo de forma masiva, como consecuencia de la aplicación de políticas de reforestaciones durante la década de los 50 y 60. Esta medida fue llevada a cabo por el Servicio de Explotación y Mejora de Zonas Áridas del Sudeste Español (SEMZASE), para la explotación y mejora de las zonas áridas, con el fin de rentabilizar las tierras “improductivas” e intentar resolver la fuerte emigración que venía sufriendo la provincia.

Se planificó plantar unas 20 mil hectáreas de chumbera por año, para lograr un total de 100.000 hectáreas en la provincia, de las cuales solo se llegaron a plantar 10.000 hectáreas. Concretamente, en Níjar en 1.957, la plantación fue de 3.017 hectáreas, lo que supuso una inversión pública de más de 3.000.000 pesetas por parte del Ayuntamiento, unas cifras muy superiores respecto a las demás localidades y al ritmo de vida de aquellos años donde se pagaba a 25 pesetas el jornal.

Aunque la chumbera es una planta muy resistente a la sequía, para producir con buenos rendimientos son necesarias precipitaciones entre los 400 y 600 mm anuales, muy poco frecuentes en la provincia, por lo que el cultivo no prosperó como se esperaba y se abandonó en su mayoría. En la actualidad, en Almería podemos encontrar a la chumbera como especie asilvestrada, que aparece en pequeños parches dispersos por toda la provincia a modo de terraceo o en linderos. Y por otro lado, la encontramos como un cultivo minoritario de 70 hectáreas en extensión, con una producción máxima en el año 2013 de 166.000 kg cuyo precio medio en el mercado interior fue de 1€/kg. Esta producción ha decaído estos dos últimos años como consecuencia de las pérdidas ocasionadas por la cochinilla.

Esta especie plaga para las chumberas es Dactylopius opuntiae, una cochinilla que pertenece a la familia Dactylopiidae. Esta cochinilla silvestre ha sido utilizada como organismo de control biológico (OCB) frente a las chumberas en otros países. Todas las especies de esta familia se reconocen por contener un pigmento rojo, el ácido carmínico. Esto puede llevar a confusión entre la especie presente en Almería y la cochinilla del carmín, Dactylopius coccus, que fue introducida en las Canarias para extraer este pigmento como colorante, el E-120. Debemos aclarar que D. opuntiae no es utilizada para la extracción de tinte natural porque produce menos contenido de ácido carmínico en su cuerpo que D. coccus.

Además, las empresas productoras de este tinte natural no están interesadas en tener ambas cochinillas en el cultivo, la razón es que D. coccus es un poco más grande y se ve afectada negativamente cuando se encuentra con D. opuntiae, por la gran capacidad de colonización que esta última posee.

 
Fotos: Chumberas afectadas en Los Genoveses © GCO
 

Estos insectos hemípteros se alimentan de la savia de las chumberas mediante succión, lo que provoca el debilitamiento, la desecación de las palas y la muerte de la chumbera. Las hembras y ninfas se dispersan a través del viento, lo que explica su rápida propagación. Es una especie capaz de completar hasta 5 generaciones al año (1 invierno, 1 otoño y 3 en verano), con un máximo de 131 huevos/puesta y hembra. La hembra lleva a cabo un ciclo de vida parecido al macho, pasando por dos estados de desarrollo y, justo al final del segundo estado, las ninfas móviles buscarán nuevos sitios de colonización donde ya como hembras adultas se quedarán adheridas a la pala, alimentándose y tejiendo formaciones algodonosas céreas. Los machos formarán un capullo que, al terminar su desarrollo, se dispersará por el aire. Estos machos, cuyo aparato bucal está atrofiado, no pueden alimentarse, por lo que no picarán y tendrán una vida de tan solo 3 días, y su única misión será la reproducción. Este insecto es inofensivo para el hombre y sólo los machos pueden ocasionar alguna molestia cuando acuden en masa atraídos por la luz.

El principal problema que se plantea con la cochinilla es que la chumbera se encuentra recogida en el “Catálogo español de especies exóticas invasoras” del Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto. Por esta razón, aunque forme parte de nuestro paisaje y se haya naturalizado con el paso de los años, las Administraciones no pueden tomar ninguna medida de protección o mantenimiento de la chumbera ante una plaga. Esta situación ha causado mucha incertidumbre entre los propietarios de las fincas donde tienen chumberas, y muchos de ellos han empezado a tratar con productos químicos, pero no está tan clara la situación, pues por un lado tenemos unos pocos compuestos disponibles para el tratamiento de la cochinilla, que no son muy efectivos por la dificultad de penetrar en la masa algodonosa cérea que forma este insecto. Y por otro lado, existen productos que no están registrados para su uso en la chumbera, que habría que aplicar en repetidas ocasiones en un corto periodo de tiempo y cuyos periodos de seguridad son altos y pueden suponer un riesgo tanto para las personas como para el resto del ecosistema.

Si pensamos en el control biológico como opción, en algunos artículos científicos se ha documentado la eficacia como organismos de control biológico (OCBs) del díptero Leucopis spp. y de coccinélidos como Cryptolaemus spp. o Hyperaspid spp., pero las tasas de reproducción de la cochinilla son tan altas, que no resultan efectivos dado el alto nivel poblacional que tienen nuestras chumberas y la sincronización de los ciclos “enemigo natural-plaga”, es inviable. Por supuesto, desde que llegó la plaga a la península hasta hoy en día se habrán establecido con toda seguridad otro tipo de enemigos naturales en torno a esta plaga como pueden ser crisopas, coleópteros e incluso aves, pero el equilibrio está muy descompasado.

Ante toda esta situación, las Administraciones públicas y los Ayuntamientos solo se han pronunciado para dar recomendaciones sobre cómo controlar esta plaga tales como: poda y limpieza de las palas cuando no estén muy infectadas, separación de las chumberas entre sí y enterrar los restos vegetales para que no sean nuevos focos de infección. Pero estas medidas siguen siendo insuficientes para controlar esta plaga que está acabando con las chumberas de la provincia.

Para ampliar información os recomiendo una decena de enlaces bien documentados en la versión en internet de este artículo en www.cabodegat.net

Para ampliar información:

Historia de la chumbera en Almería: http://www.historiadeltiempopresente.com/web/DocumentosDescargables/Aportaciones/AT53.pdf

La chumbera como cultivo de zonas áridas: http://www.historiadeltiempopresente.com/web/DocumentosDescargables/Aportaciones/AT53.pdf

Un cultivo minoritario en la provincia:
http://almeria360.com/principal-agricultura/agricultura/18012013_almeria-cultiva-mas-de-70-hectareas-de-chumbera-con-una-produccion-de-166-000-kilos-de-higos_57310.html

Identificación, biología y adaptaciones de D. opuntiae:
http://www.chapingo.mx/revistas/phpscript/download.php?file=completo&id=MTY1OQ

Reproducción sobre D. opuntiae:
http://www.ejournal.unam.mx/bio/BIOD77-01/BIOD770111.pdf

Enemigos naturales de D. opuntiae:
http://www.scielo.org.mx/pdf/azm/v26n2/v26n2a7.pdf

Estudio del Ministerio sobre ambas cochinillas: (Fotografías: Rodrigo et al., 2010)
www.magrama.gob.es/ministerio/pags/Biblioteca/Revistas/pdf_Plagas%2FBSVP_36_01_23_36.pdf

Catálogo de especies exóticas invasoras: La chumbera
http://www.magrama.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de- especies/opuntia_maxima_2013_tcm7-307081.pdf

Ley 43/2002, de 20 de noviembre, de sanidad vegetal
https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2002-22649

Producción del ácido carmínico:
http://www.colpos.mx/agrocien/Bimestral/2005/mar-abr/art-4.pdf

 

Gemma María Clemente Orta
Estudiante de doctorado del Grupo de Investigación: Control de plagues Agrícolas y Forestales, de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria, Universidad de Lérida. Miembro de Serbal

www.serbal-almeria.com