Esta medida sería concreta y localizada en la provincia y seguro que aplaudida por todos los almerienses, visitantes, técnicos o profanos, grupos ecologistas y todas las opciones políticas.

Con el trabajo de elpicudonegro.com aspiramos a promover una acción colectiva para el control del bicho y una colaboración ciudadana que permita conservar parte de nuestro patrimonio.

Aprovecho para dedicar el texto a Josefina Huertas por todas sus enseñanzas, GRACIAS.

Antonio Charro Pérez
Ingeniero Técnico Forestal

SALVEMOS LAS PITAS DE ALMERÍA
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Algarrobico Ilegal. Sí, ya está. Por fin una solución a este culebrón que nos acompaña desde hace más de 13 años. Y ahora ¿qué?

Esta pregunta, para la que no hace falta esperar ninguna resolución judicial más, no tiene en cambio una fácil respuesta. Por lo menos no una que convenza a todo el mundo. Para unos es evidente que el dichoso hotel debe desaparecer y la playa volver a su situación de origen a más no tardar. Para otros, plantear esta posibilidad es motivo de tristeza, frustración e incluso ira. Para la mayoría, el tema no es fruto de desvelos pero consideran una barbaridad tanto el hotel como las cifras económicas en las que las administraciones presupuestan la demolición.

Dejando algunos flecos judiciales que aún quedan por “cortar” (como la forma jurídica que usarán las Administraciones para poder entrar al hotel y derribarlo, o la paradoja de que la licencia de obra sea legal cuando el terreno es no urbanizable…) la realidad es que el hotel es ilegal y además es de la Junta, aunque es inevitable plantearse una serie de preguntas sobre la forma de resolver el asunto de la demolición. La resolución realmente justa sería que los políticos promotores del hotel pagaran de su bolsillo todos los costes. También deberían pagar los que vieron y callaron sabiendo que era ilegal.

Pero la Justicia en España aún no es tan perfecta ni tan rápida, por lo que parece que dichos costes serán asumidos por el erario público, si no intentamos remediarlo. Creanme que desde los grupos ecologistas lo intentaremos, pero mientras tanto ¿Vamos a gastarnos -todos nosotros- la friolera de más de 7 millones de euros en arreglar el problema que algunos han generado? No apetece demasiado, ni a los ecologistas siquiera. ¿O vamos a dejar el hotel en la playa durante años hasta que haya bonanza económica y queramos tirarlo? No es deseable.

¿Se puede contestar negativamente a estas dos preguntas? Es posible. Haciendo más preguntas.

¿Y si intentamos aprovechar la notoriedad del caso para sacar algo positivo del mismo? ¿Se puede sacar dinero derribando el Algarrobico? ¿Se puede usar la demolición como alternativa económica para la población de Carboneras? No puedo asegurar una respuesta afirmativa, pero la posibilidad de que así sea debería convencer a todos los políticos y agentes implicados en el tema para que nos pongamos a trabajar.

Desde hace casi 4 años circula entre los grupos ecologistas la idea de realizar una deconstrucción ecológica del hotel, que permitiera reaprovechar todos los materiales posibles y que redujera la factura de 60 millones de € que había estimado el Ministerio en una primera aproximación al problema. Esta idea la materializó el estudio de arquitectura n'UNDO y cifró el coste en algo más de 7 millones. Con aprovechamiento de materiales hasta el 98% y volúmenes enviados a vertedero ínfimos comparados con lo que dice en la actualidad el Ministerio.

Pero vayamos un poco más allá. Debido a la notoriedad internacional que Greenpeace ha dado al caso, ya existe entre el turismo que viene a Cabo de Gata, el morbo del hotel. Es un atractivo más que la gente quiere ver. Bien canalizada, la desaparición del hotel, podría convertirse en un reclamo más para visitar esta esquina del mapa. Aunque sea por unos años. Pero no sólo. Las posibilidades que se abren desde esta perspectiva son muchas: cursos de formación, campos de trabajo, laboratorio de pruebas y ensayos sobre deconstrucción ecológica de inmuebles.

“Venga a Almería y contribuya a la desaparición del mayor símbolo del urbanismo depredador”
“Venga a Cabo de Gata y llévese a casa un ladrillo del hotel más famoso del mundo”
“Venga a Carboneras y colabore en la recuperación ambiental de la playa del Algarrobico”

Turismo de temporada baja y formación a profesionales que genere trabajo en los hoteles, restaurantes y demás servicios turísticos de Carboneras, y que se centre en la deconstrucción del hotel del Algarrobico como reclamo, ¿es viable? ¿podría ayudar a financiar, aunque sólo sea en parte, la demolición y restauración del entorno? De ser así, se estarían dando de una sola vez respuesta a muchas preguntas.

¿Puede un desastre ambiental convertirse en un ejemplo internacional de sostenibilidad?
¿Puede un cisma social transformarse en un ejemplo de concordia?
¿Puede un problema económico revelarse como una oportunidad?
Creo que sí. ¿Lo estudiamos?

Marcos Diéguez Vidal
Coordinador Ecologistas en Acción-Almería

Una vez más, al igual que en otros aspectos de la economía de la zona, se consideran las poblaciones del Parque como simples lugares de veraneo en los que hay que sacarle a la gente todo lo que se pueda, y no como parte de un espacio natural cuyos valores medioambientales hay que proteger y defender, porque con la desproporción entre los precios fijos y los del consumo, lo que se incentiva es el gasto desmedido de agua, ya que se consuma más o se consuma menos, la factura te sale casi igual.

Si bajasen los fijos y se facturase más en función del consumo, el usuario tendría la posibilidad de reducir su factura consumiendo menos, con lo que se incentivaría el ahorro de agua, cuya escasez es uno de los grandes problemas de la zona.

Un habitante de San José

Quiero dedicar un pequeño homenaje a todos y todas los médicos rurales, y en especial a los del Parque Natural Cabo de Gata- Níjar.

En el Parque tenemos la suerte de contar con unos magníficos doctores y doctoras, enfermeras y enfermeros que con mucha vocación y esfuerzo, llevan a cabo un gran trabajo. En muchas ocasiones, su labor no es reconocida y su tiempo poco estimado, por eso quiero alzar la voz y que, respetando su silencio, se conozca esa labor que en tantas ocasiones ha sido y es poco valorada por la sociedad! ¡Sí, os consideramos unos héroes!

Me gustaría recordar especialmente a mi buena amiga y gran médico doña Dolores López Lapido, que falleció el 23 de junio de 2015 a los 56 años. La historia de Lola, por emocionante y sacrificada, merece ocupar muchos renglones, y así también la de tantos otros personajes rurales anónimos, médicos de vocación que sin apenas medios se dejaron y se dejan la piel por los demás, viviendo situaciones trágicas, cómicas, surrealista, picarescas, tiernas…

En cuántas ocasiones me comentaba Lola sus pequeñas reflexiones como médico en el municipio y en El Parque. Recordando algunas de ellas, Lola decía:
“Tenemos una relación más humana en los pueblos, te encuentras al paciente y ejerces de médico en la consulta y fuera de ella (en el bar, en la playa, en el súper…). Al final, pasas consulta en todas partes. Los médicos rurales tenemos muchas dificultades en el día a día, por citar un ejemplo, el destino en una urgencia. Las indicaciones que recibimos acerca del lugar dónde tenemos que actuar son a menudo muy rudimentarias, los pacientes no suelen darnos su dirección sino referencias físicas –la casa de al lado de la fuente– que dificultan su localización, apodos para explicarnos quién es la vecina, cuál es la casa,… Esto supone un desgaste en el que te ves obligado a conseguir la mayor información en el menor tiempo posible.”.
Gracias, Lola, por el gran cariño que siempre demostraste a tus pacientes, a tus amigos/as, a tus compañeros/as y a este Parque Natural.