Los nuevos responsables del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, liderados por el presidente de la Junta Rectora, Hermelindo Castro, ven con muy buenos ojos buscar y fomentar el mecenazgo dentro de este espacio natural. El objetivo es lograr que importantes empresas, que están o guardan alguna relación con este paraje natural protegido, financien y promuevan proyectos que ayuden a mantener los valores medioambientales de este espacio natural.
Desde Amigos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar y desde Ecologistas en Acción no nos oponemos a que se trabaje en esta línea. Reconocemos los problemas que año tras año padecemos todos los integrantes de la Junta Rectora para conseguir mantener en buen estado de conservación importantes superficies de flora y fauna, monumentos ambientales y culturales, o el patrimonio histórico y etnológico que están dentro de la superficie que componen este territorio. De momento, ninguna de las administraciones nacionales a las que afecta este Parque Natural: Ayuntamiento de Níjar, Diputación Provincial, Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, han demostrado una extrema sensibilización inversora para lograr mantener en buen estado esta superficie de terreno que rodea el histórico cerro de la Testa.
Antes de llegar a ningún acuerdo, los ecologistas queremos enfatizar que el objetivo que se debe perseguir es salvaguardar los valores naturales, culturales y etnográficos de Cabo de Gata-Níjar. Nunca se deberá ceder a ningún tipo de presión que conviertan estas inversiones, destinadas a realizar estudios científicos sobre las plantas, los animales o los peces; a analizar las formaciones rocosas; a conseguir la restauración paisajística; o a obtener mayores niveles de protección de este espacio, en una moneda de cambio o en un vulgar chantaje, para satisfacer intereses especulativos o de rentabilidad económica para ninguna organización o personas.
Defendemos un espacio natural propiedad de todos los ciudadanos. Un patrimonio que siga ostentando la catalogación concedida por la Unesco de Reserva de la Biosfera. Un lugar que mantenga la denominación de Zona de Especial Protección para las Aves. Un espacio donde se promuevan la conservación y el uso racional de las zonas húmedas. En definitiva, una superficie que mantenga sus señas de identidad para que las disfruten muchas generaciones.
Sabemos y estamos cansados de decirlo: la presión ejercida por el ser humano ha puesto en peligro el mantenimiento de todos estos valores. Que el Parque adolece de exceso de basura y suciedad, que exige un plan de movilidad respetuoso con el medio ambiente, que necesita de forma imperiosa proyectos de conservación y protección de sus principales construcciones históricas, que pide a gritos una mejor regulación del elevado número de embarcaciones que contaminan el mar y acaban con sus recursos piscícolas. Esperemos que, si realmente existen grupos económicos respetuosos con el ecosistema y defensores de su flora y fauna, sean capaces de aportar su contribución a un parque que les ha permitido disfrutar y beneficiarse de sus recursos.
Antonio Hermosa
Miembro de la Junta directiva de la Asociación
Amigos del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar
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