Solicitamos información al Ayuntamiento de Níjar, donde nos informaron que no constaba autorización para la realización de semejante obra, sí para realizar un labrado y nivelación superficial sin modificación de la rasante natural, en una localización próxima dentro de la misma finca. El Cambronero tiene una superficie total de 262 hectáreas, de las que parte sería de uso agrícola en secano y parte (unas 60 ha) forestal protegido. Según la información que pudimos recabar, esta actuación se estaba llevando a cabo sin contar con los permisos necesarios.
Conforme a la legislación vigente en materia de urbanismo y medio ambiente, todo movimiento de tierras necesitaría una licencia y una autorización ambiental por parte del Ayuntamiento y la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía. Además si es superior a 10 ha sería necesario realizar el oportuno estudio de impacto ambiental, que debería ser aprobado por la Consejería de Medio Ambiente, estudio que se está intentando soslayar por los promotores de esta actuación dividiendo las fincas de manera que cada actuación no alcance la superficie que haría necesaria la realización de este estudio.
Por otra parte, consideramos que cualquier nueva actividad agrícola debería tener los suficientes recursos hídricos necesarios, recordando que el acuífero de Sierra de Gata y Acuífero de Campos de Níjar se encuentran totalmente sobreexplotados, no pudiéndose autorizar nuevos aprovechamientos de aguas.
Solicitamos la rápida intervención del servicio SEPRONA y del Ayuntamiento de Níjar, dado que se estaban realizando importantísimos daños al medio ambiente, irrecuperables dado el volumen del trabajo y la perdida de masa vegetal que se estaba produciendo y en el caso de que no dispusiera de los permisos necesarios, como fue el caso, que se procediera a su inmediata paralización, de no hacerse así, dado el ritmo de las obras, los efectos medioambientales serían muy difíciles de revertir. El Ayuntamiento procedió a suspender la obra ya que las actuaciones realizadas no se ajustaban a la autorización solicitada, realizándose un abancalamiento no contemplado en la licencia, considerándose una infracción grave.
De todos modos, hemos de seguir atentos a la evolución de las solicitudes del cambio de uso de esas fincas, ya que seguramente los promotores seguirán intentando a través de diferentes sociedades y parcelando por debajo de 10 ha el cambio de uso de secano a regadío en intensivo de esa finca actualmente naturalizada. Asociación Amigos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar |