Este mes cerramos otro año que, en cuanto a turismo -a pesar de lo que digan los medios- y creo que está en la mente de todos los que nos dedicamos a la Hotelería, ha sido inferior a otros años, pero vamos a despedirnos de 2018 con un buen sabor de boca, ya que nos han concedido el primer Premio Plato de Oro de la Gastronomía Española, de Radio Turismo, avalado por el Ministerio de Turismo, por nuestra positiva presencia y trayectoria, premio que también han concedido al Restaurante Alejandro y Restaurante La Costa, a los cuales les doy desde aquí mi enhorabuena.

Y qué mejor que empezar nuestras fiestas Navideñas hablando del jamón y del vino, 2 alimentos identificativos de nuestra manera de entender la gastronomía de días especiales. Unas fiestas sin jamón y, sobretodo de nuestro jamón ibérico si además tiene una curación de más de 15 meses, un gran reserva, ni te cuento... y, como todos sabemos, el tipo de alimentación juega un papel fundamental. Si el animal ha crecido en dehesas, consumiendo bellotas y pastos, el ejercicio en libertad y después una excelencia en el proceso de curación, el resultado es magnífico.

El vino y el jamón tienen una alianza , y no nos tiene que extrañar que algunos viticultores hayan ampliado sus negocios incorporando la producción de jamón ibérico. El jamón tanto si lo acompañamos con manzanilla, vino fino, amontillado, jerez, cerveza, vino tinto o blanco, o con cava, es delicioso, y si me apuran, una vez lo combiné con whisky y fue una experiencia memorable.

O sea, mi consejo para estas Navidades, es “pon un buen jamón en tu mesa”, tu familia lo agradecerá, tus invitados más, y quien cocina generalmente también lo agradecerá, puesto que podrá disfrutar sin tener que pensar en los entrantes. El jamón, una solución al alcance de todos, ya que tenemos tanta variedad de calidades y precios, que elegir se puede convertir en horas de análisis económico – gourmet en el supermercado.

Este año propongo cocinar poco, surtirnos de buenos fiambres, de conservas especiales, de nuestros buenos ahumados, no hace falta el salmón, teniendo tanta variedad de pescados ahumados de nuestra tierra, acompañar de una ensalada de tomate raf, que ya estará en temporada, y si me apuran preparar una sopa, que siempre algo de cuchara caliente asienta el estómago y va bien para equilibrar con el vino o cava con que acompañemos nuestras viandas.
Hoy en día incluso el capón, u otras variedades de carnes, se venden pre-cocinados de una buena calidad y tan sólo tendremos que ultimar el plato sin pasarnos horas y horas en la cocina. Ya sabéis que no soy amante de los alimentos pre-cocinados, yo no los tolero en mi cocina, pero este año priorizo el poder disfrutar sin tanto sacrificio.
Aquí os dejo una receta de una sopa de patatas simple, con poco tiempo en cocina pero muy resultona: