Entre basura y mala movilidad
Estamos de enhorabuena con la ratificación de la decisión adoptada en agosto por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía de puntualizar que el macro-hotel construido por Azata del Sol en la Playa del Algarrobico, en el término municipal de Carboneras, dentro del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, está levantado en suelo no urbanizable, como indica el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del año 1994. Desde aquí insistimos en la necesidad de que sea derruido y que el espacio sea devuelto a su estado original.
Pero a parte de esta polémica, el verano del 2010 en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar ha destacado por la acumulación de basuras, tanto en sus playas, como en sus pequeños núcleos de población. La crisis ha llevado a las administraciones encargadas de su conservación: Consejería de Medio Ambiente y Ayuntamientos de Almería, Carboneras y Níjar a reducir los gastos de recogida de basura y a permitir que la suciedad se acumulara en todos los rincones de este emblemático y bello espacio natural.
Los numerosos visitantes, que llegan a esta zona del sureste español, han destacado la falta de limpieza y la acumulación de desperdicios en playas, caminos y contenedores de basura. Incluso se han denunciado algunos vertederos ilegales, distribuidos por distintos puntos de la amplia geografía de este espacio medioambiental.
Es cierto que en los meses estivales se produce un importante crecimiento de población. Pero esta situación no representa un hecho novedoso, ya que año tras año, en julio y agosto, sabemos que las barriadas costeras tienen una avalancha de visitantes, que quieren disfrutar del sol y las playas de Cabo de Gata-Níjar. Cuando ha finalizado el verano, casi todos han reaccionado y han recogido importantes cantidades de basuras, que se habían ido acumulando. Pero hay que insistir en la necesidad de mantener el parque limpio, sobre todo en la época en que más ojos disfrutan de este espacio que destaca por sus paisajes.
Otro de los problemas que nos hemos encontrado ha sido la imposibilidad de acceder a algunas playas, si no era en autobuses de pago. La polémica se ha centrado en los accesos desde San José a las playas de Genoveses, el Barronal, Mónsul, Media Luna y Cala Carbón. Los intentos de hacer lo mismo en el Playazo de Rodalquilar han fracasado este año. Sin previo aviso, se impedía el acceso de vehículos privados y se obligaba a todo el mundo a utilizar el servicio de transportes públicos, por el precio de tres euros por persona.
Creemos necesario realizar un Plan de Movilidad, que establezca las pautas de conducta para conductores transeúntes y que se promueva el uso de medios de transportes públicos y ecológicos, reduciendo los costes, para no obligar a una familia con dos hijos a pagar 12 euros cada vez que quiera acceder a una de estas playas.
Antonio Hermosa
Miembro de la Junta directiva de la Asociación
Amigos del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar
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