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Gente del Parque

Manuel Requena Salazar

 

Cafetería ANDREA en San José

En el verano pasado has regalado a tus clientes ceniceros de playa.
Cuando yo visito la playa me da mucha pena, está muy sucia y llena de colillas. Las colillas no son biodegradables y tampoco las maquinas limpia-playas las quitan. No es muy agradable echar la toalla y ver la arena llena de colillas.

Los negocios, normalmente, siempre hacen algo de publicidad, gorras o camisetas con sus nombres, que al final acaban en el fondo de un armario y nunca se utilizan, los veo como un regalo inútil porque cada uno se compra la camiseta y la gorra a su gusto y, aparte, no hacen un bien para nuestro Parque. Quería contribuir para el bien del Parque y hacer algo util, y si la gente se conciencia y lo utiliza será un bien para todos, si no lo utilizan y acaban en una papelera, bueno, pero el intento lo he hecho.


 

Muchas veces se critica que los empresarios miramos solo a corto plazo por el Parque. Yo soy hijo del Parque, he nacido y me he criado aquí, y estoy de acuerdo con el Parque y las medidas. Algunas cosas no me hacen mucha gracia, unas más unas menos, pero sí estoy de acuerdo con la conservación y la buena gestión. Y si los ceniceros no quitan un gran número, sí quitan un mínimo número de suciedad y de colillas. Cada año se conciencierá más la gente, al ver al vecino que llega a la playa con su toalla y su cenicero donde echa sus colillas y sus cáscaras de pipas, que también son muy desagradable, porque la máquina de limpia- playas no se las lleva tampoco, sólo se lleva cosas grandes, botellas, bolsas; pero las cáscaras de pipa y las colillas no.

Foto: Manuel Requena Salazar © LF  
   

¿Cuántos ceniceros has repartido?
Aproximadamente unos mil, o un poco más. Para el año que viene he pensado en poner allí, en la terraza de la cafetería, un repartidor para que la gente los coja.

¿Y cómo reacciona la gente?
Muy bien, muy bien. La gente lo ve como una cosa muy práctica, una buena ocurrencia, todo el mundo decía que les parecía muy bien, e incluso habia clientes que estaban dando de los suyos a la mesa de al lado. Yo de todos modos si veía que en una mesa había un paquete de tabaco y un encendedor, digo ¡fumador! ¡toma! si vas a la playa, toma esto, por favor. Y lo agradecían.

Entrevista realizada por Lisa Frohn