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Cultura del agua en el Parque

A lo largo de historia los habitantes de estas tierras nos han dejado un valioso legado de pozos, norias, aljibes, acequias y multitud de obras, todas en su conjunto dan idea de la dedicación al agua a lo largo de los siglos. El Parque Natural es un espacio árido con una singularidad muy definida debido a su morfología, a su régimen hídrico, a la adaptación de las especies al clima y al proceso de adaptación de la vida humana al medio. Las precipitaciones suelen ser torrenciales y esporádicas lo que condiciona la hidrografía y el régimen fluvial de las ramblas que conlleva una gran capacidad erosiva con el consiguiente arrastre de material . Este tipo de lluvias, aunque hace que parte de las aguas se pierdan en el mar, permite recargar los acuíferos superficiales de las ramblas junto a los que se encuentra tradicionalmente la agricultura de regadío. El sistema más eficaz de aprovechamiento de estos cursos esporádicos de agua lo constituyen las aljibes que mediante su sistema de captación consiguen retener el agua. En el litoral se produce un fenómeno muy importante y necesario es la lluvia oculta, es decir, la humedad y al rocío que permiten que sobrevivan diversas especies.


Pozo de Torrregarcía

Foto: Pozo de Torrregarcía © MA

 
 

La ocupación y subsistencia del hombre esta determinada por el aprovechamiento de los escasos recursos hídricos la cantidad de población de un núcleo o asentamiento humano se va a definir por la cantidad de agua y al aprovechamiento que de ella se haga. Tanto la cantidad como el aprovechamiento pueden ser mejorados con la construcción de sistemas hidráulicos teniendo muy en cuenta la captación, la distribución y la acumulación. Es aquí, en la hidráulica tradicional donde la arquitectura y tecnología popular sacan su máximo rendimiento, estos sistemas, algunos datados en época romana, han pervivido a través de los siglos, e independientemente de los grupos humanos que los hayan controlado o la cultura en torno a ellos asentada, siendo asumidos y perfeccionados con el devenir del tiempo, hasta fechas recientes, un ejemplo es la factoría de salazones de origen romano situada en Torregarcía, donde se observan depósitos y canalizaciones, junto a estas instalaciones se encuentra un pozo de poca profundidad y próximo también al mar del que se obtiene agua potable.

El legado musulmán, fue muy importante y esta muy presente, esta población estaba asentada en marchales asociados a pequeños cursos de agua en Rambla Morales y río Alías, y en algunos lugares cercanos a la costa, como Las Negras, Agua Amarga y Las Salinas. Todas las zonas donde manen aguas estables o estén asentadas sobre acuíferos superficiales susceptibles de poder ser aprovechados con norias son potencialmente un asentamiento musulmán. No olvidemos que la agricultura musulmana era una agricultura de regadío, siendo éstos grandes horticultores, tanto por sus técnicas de cultivo como por sus sistemas de irrigación y control del agua.

Estos manaderos o acuíferos no siempre son estables por lo que hay que buscar en el subsuelo toda el agua aprovechable mediante excavaciones que hagan aflorar el agua y aumentar su caudal. A veces no existe afloramiento pero sí indicios para su localización, tales como un humedal, ciertas plantas, calares, afloramientos esporádicos y sobre todo lugares estratégicos de paso de las aguas subterráneas en vaguadas y ramblas donde la experiencia indica el paso de pequeñas corrientes ocultas que las cuencas han ido acumulando en el período de lluvias. Cuando no existe indicios claros de la existencia del agua se acude al zahorí, que marca el lugar donde se realizará la perforación indicando el número de metros a la que se encuentra y la cantidad de agua. Poceros, albañiles y agricultores construyen, perfeccionan y reparan en torno a los manaderos o acuíferos poco profundos todo el sistema hidráulico.

Todas las culturas que habitaron estas tierras siempre han aprovechado este bien preciado que nos regala la vida, personificándolo, humanizándolo y mitificándolo, esto se deja ver en los aspectos simbólicos de la cultura del agua como la predicción del tiempo, uso domestico, la higiene, su relación con los astros, la luna el sol, los mitos etc.

Francisco Segura Piedra