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La Cueva del Pájaro: Núcleos de población del Parque

La Cueva del Pájaro es una pequeña pedanía perteneciente al municipio de Carboneras. Está en una zona del interior del Parque Natural poco conocida. Se encuentra situada al noroeste de este espacio protegido y se accede a ella a través de la carretera AL-6112 que conecta con la ALP-711 hasta el núcleo urbano de Carboneras. También se puede acceder desde la ALP-5105 desde la N-341 sin necesidad de llegar a Carboneras.
El nombre de la población, según dichos populares, proviene de que al parecer un antiguo contrabandista tenía su guarida en una cueva próxima al actual núcleo de población, a este individuo se le conocía como “El Pájaro”, de donde proviene el nombre de “La Cueva del Pájaro”.


Foto : Vista de La Cueva del Pájaro © JG
 

La población total de La Cueva del Pájaro es de 58 habitantes, cuya actividad económica principal es la agricultura y la ganadería. En torno a la población pueden verse huertas y cultivos de olivar fundamentalmente.

A medida que vamos aproximándonos a La Cueva del Pájaro, por la carretera de acceso, nos adentramos en un paisaje de sierra. La población se encuentra a las faldas de un cerro, quedando flanqueada por el oeste y el sur por la Rambla del Saltador y por el este por la Rambla García, que hay que cruzar para llegar hasta dicha población.


 

El núcleo de población no es muy compacto, existiendo algunas viviendas aisladas y otras ordenadas en calles de escasa longitud, algunas de ellas se encuentran asfaltadas y otras con el pavimento de hormigón. Las viviendas son en su mayoría de planta rectangular, con una sola planta, de cubiertas planas, con las fachadas pintadas de blanco y en general poco ornamentadas. En la Calle Pajarera, que nos encontramos a la derecha de la calle principal o carretera de acceso al núcleo urbano, podemos ver viviendas representativas de la arquitectura tradicional de la zona, con volúmenes sencillos y austeridad constructiva. Frente a la mencionada Calle Pajarera, destaca una construcción singular con una gran puerta semicircular, se trata de la ermita de La Cueva del Pájaro, que alberga una imagen de San José, patrón de la localidad y en cuyo honor se realizan las fiestas de esta población en torno al 19 de marzo. Durante dos días, los habitantes y visitantes de la pedanía disfrutan de juegos y concursos para todas las edades, destacando las carreras de cintas en bicicleta para niños y a caballo para adultos, carrera de sacos, partido de futbol y, por supuesto, baile y música en directo por las noches, así como un castillo de fuegos artificiales.

Más o menos en el centro del núcleo de población, se encuentra el consultorio médico junto a un pequeño parque con juegos infantiles flanqueado por siete árboles alineados que escasean bastante en la trama urbana. Desde aquí podemos tomar una calle que asciende por la falda de un cerro y desde el que tenemos una buena panorámica de la zona. Si seguimos hacia el sur por la calle que pasa junto al consultorio, llegamos hasta la Rambla del Saltador, por cuyo lecho podremos ascender y visitar a unos 850 metros El Cañarico, pequeña pedanía o cortijada de 24 habitantes (INE, 2011), que se sitúa en la margen izquierda de la citada rambla.

 

Fotos:
Entrada a la Cueva del Pájaro © JG
Calle Pajarera © JG
Ermita de La Cueva del Pájaro © JG
Vista de La Cueva del Pájaro © JG

Siguiendo hacia arriba por el cauce, a unos 130 metros, nos encontramos el molino hidráulico del Cañarico, también conocido como molino del Tío Cervantes, rehabilitado como vivienda particular. Es uno de los dos molinos hidráulicos existentes en el Parque Natural. Este tipo de molino escasea en el Parque debido a los pocos cauces de agua permanente que existen en el mismo, ya que para su funcionamiento necesitan disponer de este preciado recurso.

 

El funcionamiento de estos molinos es muy sencillo y se basa en el empleo de la energía potencial del agua que se deja caer desde una altura considerable, esta agua es almacenada previamente en una balsa para asegurar un suministro suficiente para la molienda.

 
FUENTE: INE
   

El agua se dirige hacia un rodete (pieza circular de madera con muescas o alares) conectado mediante un eje vertical a una piedra móvil o muela volandera que al girar sobre una piedra fija o solera, muele el grano por fricción que se va suministrando desde la tolva. La separación entre las dos piedras se puede regular mediante el alivio, lo que permite obtener harina más fina o más gruesa. El agua empleada para el movimiento del rodete se evacúa por un desagüe hasta el cauce del rio o rambla, junto al que se sitúa el molino, ya que en el proceso no se consume nada de agua y esta solo es empleada como fuerza motriz.

 
Ortofoto de La Cueva del Pájaro © IGN
 

A pocos metros del molino, siguiendo el curso de la rambla hacia arriba, nos encontramos con un manantial natural de agua, del que se llenaba la balsa del citado molino a través de una pequeña acequia, posteriormente sustituida por una tubería. En la actualidad, el agua que mana de este nacimiento natural es muy escasa y procede del drenaje de materiales metamórficos de la Sierra de Cabrera.

Además de El Cañarico, en los alrededores de La Cueva del Pájaro existen otras cortijadas de cierta importancia, como Los Olivicos, al sur de El Cañarico, o Serrata, algo más alejado hacia el oeste, a unos 250 metros de altitud. Hacia el este de La Cueva del Pájaro se encuentra la cortijada de La Arboleja Leria y hacia el sur la Cortijada Fazahalí junto a la que destaca una singular vivienda cuya cubierta forma ondulaciones a modo de concha marina, lo que la hace especialmente original.

Hacia el oeste de la pedanía, en el barranco de la Serrata, se encuentran las minas de Los Figueras (hoy abandonadas), de las que pueden verse las ruinas del importante complejo minero que fue en su momento, de ellas se extraía fundamentalmente mineral de hierro, aunque también de plomo y antimonio. Para llegar hasta allí hay que tomar un camino ascendente que discurre a lo largo de 1,5 km aproximadamente junto al barranco de la Serrata, el cual desemboca en la Rambla del Saltador. Actualmente el camino se encuentra en muy mal estado, debido al poco o nulo uso que se hace de él, pero merece la pena llegar hasta allí y disfrutar del entorno.

Situado en el extremo sur de la Sierra de Cabrera, La Cueva del Pájaro nos ofrece un paisaje diferente a los típicos del Parque. La tranquilidad y el silencio invitan al descanso y la relajación en un entorno rural con sabor tradicional.

Francisco Gálvez

 
 
Fotos:
Consultorio © JG
Vista de El Cañarico© JG
Molino hidráulico de El Cañarico © JG
Ruinas de las minas de Los Figueras © JG