Trama, paredes
y colores
El pintor Ernesto
Pedalino, nació en Argentina, pero desde muy
joven comenzó su actividad creativa en Madrid,
como diseñador gráfico en el mundo de
la Publicidad. Su profesión le obliga a compensar
elementos, formas y colores de muy distintas formas
para poder destacar en tan competitiva profesión,
en la que ganó importantes premios publicitarios
como el Ampes de Oro en España o el Rizzolli
en Italia.
En 1999 empezó
a extrapolar a la pintura su larga experiencia como
grafista, buscando una técnica propia, inédita
y personal, que consiguió agregando fuego, hollín,
betún, aceites y lija, a la sencilla y tradicional
témpera. Para enriquecer la técnica utilizó
el collage integrando en su obra elementos naturales;
trabajó el mimetismo, introduciendo elementos
que se pierden en la textura y el color del fondo; usó
el bajorrelieve que produce distintas texturas en su
obra, según la profundidad.
Pedalino tardó
en introducir el color pero desde que vive en Carboneras,
el racionalismo de su obra se ha ido diluyendo y el
color va acaparando gran parte del protagonismo en la
obra.
Ernesto Pedalino
es un pintor enormemente paciente, minucioso, trabajador
y creativo, en constante lucha con su técnica,
a la que trata de dominar mientras esta le arrastra
y él, a veces, se deja llevar.
Actualmente trabaja
un grafismo que desarrolla con distintos fondos y tamaños.
Trabaja sobre cartulinas y maderas con pinturas acrílicas
y barnices muy brillantes. La repetición y la
superposición de sus grafismos en tonos cálidos
hacen que la obra resulte muy personal pero distinta
de lo que ha trabajado con anterioridad. En ella se
nota que la mano del pintor se ha ido liberando de las
rígidas normas del diseño gráfico,
del perfecto acabado de la publicidad. El trazo más
gestual, más impulsivo; el color más fuerte,
más básico, han hecho que Pedalino se
convierta en un artista diferente, más atrevido,
menos complaciente con el espectador y más cercano
a su propio punto de vista artístico, que por
otra parte está en constante evolución.
Cada vez se decanta
más por los grandes formatos y por el trabajo
en espacios abiertos, como podemos ver en la intervención
que el artista hizo, este verano, en las fachadas de
las casas del viejo pueblo minero de Rodalquilar, para
ALBIAC. También planifica intervenciones en los
solares de Carboneras, tratando de cambiar lo que son
focos de escombros, basura y ratas, por espacios de
expresión artística; y tiene proyectada
una instalación en el rompeolas del puerto pesquero
de Carboneras.
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