En verano veremos a esta
planta como un arbusto seco, sin hojas, constituido
por un entramado de ramas, sin vida en apariencia;
sin embargo, está latente siempre esperando
las lluvias: este estado forma parte de su ciclo
vital, como adaptación para poder sobrevivir
a la estación más desfavorable,
el verano; se trata, por tanto, de un arbusto
de hoja caduca estival, a diferencia de la mayoría
de las hojas caducas que pierden la hoja durante
el invierno. Una vez pasada la época desfavorable,
con las primeras lluvias, empieza a rebrotar,
hasta convertirse en un arbusto lustroso, densamente
cubierto de hojas verdes, una visión totalmente
distinta a la que presenta en verano.
¿En qué lugares
podemos verla? Tiene afinidad por los suelos profundos,
húmedos y ricos en nitrógeno. Por
ello, es habitual encontrarlas junto a ruinas,
en cultivos abandonados y en zonas frecuentadas
por el ganado. Pero también se presenta
formando parte de las comunidades de azufaifo
o arto, e incluso en suelos pedregosos (canchales),
aunque se pueden ver en muchos otros lugares.
¿Cuáles han sido sus usos tradicionales?
El oroval se ha usado poco, se ha utilizado en
algunas zonas como pasto para el ganado casi exclusivamente
de cabras, y también se ha empleado de
forma localizada como combustible para hornos.
No se conocen propiedades
medicinales, si bien en una especie muy próxima
de oroval la duna u oroval (Withania
somnifera), estudios fitoquímicos han demostrado
la existencia de sustancias con diversas propiedades.
Jardín botánico
El Abardinal , Rodalquilar
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