50 números de sueños ecológicos
El Eco del Parque edita su número 50. Durante estos años la Asociación de Amigos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar ha utilizado esta revista como nexo de unión con los socios, simpatizantes, vecinos y residentes en este espacio medioambiental ubicado en la comarca del levante de la provincia de Almería, en el sureste de la Península Ibérica.
Han pasado más de dos décadas desde que en San José, en el ordenador personal de Enrique Sistach, se editó el primer número de esta revista. Durante este tiempo hemos trabajado denunciando las amenazas que ha sufrido este interesante parque natural marítimo-terrestre. También, ha servido para explicar a sus lectores las características de su flora y su fauna, las cualidades geográficas y etnográficas que hacen de su superficie un lugar único en el mundo e idóneo para ostentar varias catalogaciones, entre las que destacan la de Reserva de la Biosfera, o la de Espacio de Especial Protección para las Aves. Además, el Eco ha intentado ser vínculo de unión entre los habitantes de esta zona, permitiendo mostrar algunas de las fiestas y tradiciones que organizan los núcleos de población existentes dentro de este parque natural y despertar la conciencia crítica y ecológica de sus lectores.
Estamos de enhorabuena. Celebramos nuestro cumpleaños. Y para ser fieles a nuestro argumento informativo, en este número volvemos a lanzar un grito de auxilio hacia edificios históricos que cubren este Parque. Nos sumamos a la manifestación y reivindicación de miles de ciudadanos que en los últimos meses piden a través de facebook la restauración del Cortijo del Fraile, como uno de los pocos ejemplos de modelo de vivienda habitual de la zona que aún se mantienen en pie. De la misma manera, queremos reivindicar la rehabilitación del Castillo de San Pedro, junto al núcleo de Las Negras, de la Torre de Los Alumbres, en Rodalquilar, o de la Iglesia de Las Salinas, en la almadraba de Cabo de Gata. Estos cuatro monumentos se encuentran en manos de la iniciativa privada, que ha olvidado su obligación de mantenerlos en buen estado de conservación, y todo apunta a que quieren que sean declarados en ruina, para poder especular con el terreno donde se asientan. La administración tampoco hace nada por conseguir su rehabilitación, y el tiempo pasa y pasa, y todos vemos como, poco a poco, la falta de interés en su recuperación está permitiendo que comiencen a perder partes importantes de sus estructuras, e incluso sean peligrosos para las personas que se aproximen a conocerlos.
Esperemos que no tengamos que esperar otros 50 números del Eco del Parque para ver este sueño hecho realidad. Pedimos que igual que ha pasado con muchos molinos y aljibes históricos que están siendo restaurados por la Consejería de Medio Ambiente, se pongan en marcha actuaciones que recuperen estas fortificaciones, templos y cortijadas, que hacen de este parque natural un lugar muy especial.
Antonio Hermosa
Miembro de la Junta directiva de la Asociación
Amigos del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar
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