Es más, el nuevo dogma es que la degradación del medio ambiente está causada por los pobres que son demasiado numerosos y no tienen tecnologías limpias. Así nuestro desarrollo económico se presenta como el protector del medio ambiente, no hay más que ver las publicidades de Repsol, de Iberdrola y de los bancos que se presentan como los que cuidan nuestro futuro.
La globalización (palabra mágica) es la que va a salvar el mundo, y todos los que se oponen a su andadura no son más que algunos ecologistas pesimistas, cuando no ecofacistas.
Con esta doctrina dominante los pobres están doblemente afectados, no sólo son las víctimas de las degradaciones ecológicas, sino que además se les considera como los responsables.
Esta tesis que acusa a la pobreza y oculta la insolente riqueza de los poderosos está muy arraigada entre los responsables políticos y económicos, dominados por la religión del crecimiento económico muy promocionado por el Banco mundial.
Un millón de animales y vegetales podrían desaparecer, según un estudio de la revista Inglesa Natura, de aquí a 2050.
¿Qué futuro preparamos para nuestros seres queridos?
¿Comer menos carne para salvar el planeta?
El ex Beatles Paul McCartney ha lanzado desde la tribuna del Parlamento Europeo la idea de un día sin carne.
Una comida con carne y productos lácteos equivale en emisiones de gases de efecto invernadero a 4.758 km recorridos en coche, por 629 km para una comida sin carne.
La ganadería es responsable de 18% del total de las emisiones de gases a efecto invernadero, más que los transportes según la FAO.
Para proteger el planeta es igual de eficaz no comer carne que ir en bici, si además bajas la calefacción, pones velas y escuchas Yesterday eres un verdadero Fan del planeta.
Antonio Martínez |