Que bonico queda decir, por parte de nuestro querido Ayuntamiento de Almería, que en verano refuerzan sus líneas de autobuses a la costa, pero claro, como para tantísimas cosas, en este caso Cabo de Gata no es un barrio de Almería, es 'Territorio Comanche'. Así que en este barrio, dentro de un Parque Natural que es referente en Europa, con una playa sin bandera azul, pero que es de las poquitas vírgenes que quedan, con kilómetros y kilómetros de playa, seguimos con menos autobuses que hace veinte años.

Y vienen de Europa a darnos una carta de sostenibilidad, pero claro, no pasaran por la parte de Parque Natural que pertenece a la capital, porque entonces a ver cómo se come eso de la sostenibilidad, sin comunicaciones, con una carretera de pena, sin actividades turísticas, ni culturales, ni nada de nada; sólo tenemos lo que teníamos hace miles de años, una de las mejores zonas costeras de Europa, y eso no lo ha puesto nadie, ya estaba.

¡Qué envida sana me dan los barrios pertenecientes al Ayuntamiento de Níjar! Al que por cierto ayer acudí para conseguir una colaboración que mi propio Ayuntamiento no me presta. Esos barrios costeros de Níjar con sus festivales musicales de verano, sus actividades culturales a pie de calle, sus masajes, sus transportes gratuitos, en definitiva, su fomento de un turismo de calidad. Mientras que mi estimado Ayuntamiento de Almería aún sigue dándole vueltas a qué hacer con la Faluca de Dios.

Así que como Cabogatero sólo me cabe preguntarme: “¿Qué he hecho yo para merecer esto?” O realmente lo que debería preguntarme es: “¿Qué he hecho yo para merecer este Ayuntamiento?”

Atentamente desde el Paraiso olvidado.

Cristóbal García
Presidente de Desalysol Cabo de Gata

¿Qué hemos hecho los de Las Negras para merecer esto?
¡Vaya veranito, señores, que nos han dado!
No sé ni por dónde empezar, mejor utilizo el orden cronológico.

Y empiezo por las luces y no precisamente las de la feria, sino por esos focos carcelarios orientados a mar y montaña que han obligado a más de uno a bajar persianas para poder dormir y dejar la terraza olvidada y cenar en el interior para no sentirse como en pleno interrogatorio policial. Y cuando llamabas al ayuntamiento y te quejabas te daban la excusa de que “los niños han de jugar al fútbol” (Ja, estaban encendidas desde las 20h. hasta las 8h. de la mañana, vaya horario infantil!) Era tal la intensidad y mala orientación que, a parte de contaminar lumínicamente la zona, deslumbraba a los pobres turistas que iban o venían del camping e incluso llegaba el deslumbre hasta el final de la Urbanización Cortijos Las Negras.