“El paisaje del Parque Natural me fascina y atrapa. Es poético y extremadamente pictórico”
Nació y vive en Banyoles (Gerona). Es licenciada en filosofía aunque trabaja como técnica del Departamento de Trabajo de la Generalitat de Catalunya. Pero la pintura ha sido siempre su gran afición. Ella dice considerarse autodidacta, aunque ha recibido clases de pintura en diferentes centros. Y todavía se está formando recibiendo clases en el Taller Joan de Palau de Banyoles. Ha participado en exposiciones colectivas en la sala del Taller Joan de Palau de Banyoles. Y, durante la segunda quincena de julio de 2008, pudimos ver sus óleos del Parque Natural en el hotel Los Malenos de Aguamarga. “Fue una experiencia muy gratificante porque el lugar es extraordinario. Espero poder repetirlo”, asegura Rosó.
Esta joven artista llegó por primera vez al Cabo de Gata en el 2004, con su familia, para pasar unas vacaciones. Y se alojaron en una casa de turismo rural muy cerca del Cortijo del Fraile. “Allí descubrí por primera vez la belleza de esta tierra”. A partir de entonces Rosó regresa cada verano para quedarse más y más tiempo. “Todo lo que permiten nuestras vacaciones estivales”. Fue en esa casa rural donde pintó su primer cuadro de la sierra almeriense.
“Me gusta este paisaje árido, seco y llano, tan distinto al que yo estoy acostumbrada, lleno de bosques de pinos y grandes montañas. También hay rincones extraordinarios, de agua clara y transparente, de azules intensos”.
Para Rosó, la hora mágica donde la naturaleza del Parque se deja captar con mayor nitidez es el atardecer. Es en esos momentos cuando esta artista logra fundir en sus cuadros los ocres de la tierra con el azul intenso del cielo, los platas, grises, verdes y violetas de los matojos, con los bermellones y rosas fugitivos de las nubes.
“También al caer el sol, casi al anochecer, cuando sólo se distinguen las siluetas del monte y de las pitas, y aparecen los tonos más oscuros, más melancólicos. En esos momentos el paisaje me emociona, me llega el corazón…. No sé por qué me siento mejor pintando más unos temas que otros. Pero por ejemplo me encantan las pitas, son el elemento que define y sitúa….”
Enamorada de esta tierra Rosó ha conseguido aprisionar en sus cuadros, con suavidad y a la vez con firmeza, todo el misterio y la belleza de estos parajes, los cortijos abandonados y olvidados por el tiempo, las calas refulgentes bajo el sol del mediodía, las pitas, testigos orgullosos y mudos de todo cuanto ocurre….. la luz del mediterráneo, aquella que tanto amaba el maestro Sorolla, queda atrapada con todos sus matices en los óleos de Rosó para regocijo de todo aquel que tiene la suerte de contemplarlos.
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