Según informaciones aparecidas en la prensa, la compañía Suzlon quiere crear una fábrica de palas de aerogeneradores en Carboneras, con idea de abastecer al mercado español, europeo y Mediterráneo. Su plan es invertir 22 millones de euros para producir unas 750 palas anuales, que empezarían a salir al mercado en 2010. Junto a la fábrica de palas, el plan industrial de Suzlon contempla la creación de un Centro de Formación Técnico Permanente para los empleados de la compañía en Europa y el norte de África, un Almacén Central Europeo de Repuestos de aerogeneradores y Centros Regionales de Operación, Mantenimiento y Servicios de la compañía.

Si este no es otro proyecto fantasma, lo que no sería extraño, el abigarrado complejo industrial de Carboneras, en el que se mezclan desaladoras con refinerías y todo tipo de empresas contaminantes, seguirá ampliándose sin control y amenazando, cada vez más, a su vecino de al lado, el Parque Natural.

En noviembre de 2007, el director general de Gestión del Medio Natural de la Consejería de Medio Ambiente, José Guirado, el delegado provincial de Medio Ambiente, Juan José Luque y el alcalde de Carboneras, Cristóbal Fernández, ponían la primera piedra del futuro Complejo de Servicios Ambientales de Carboneras, en el puerto pesquero de esta localidad. Según anunciaban, el complejo estará compuesto por un Centro de Información e Interpretación del Medio Marino, un Centro de Cría y Recuperación de Especies Marinas Protegidas y un servicio de vigilancia mediante sistemas ópticos controlados informáticamente.

En diciembre de 2008 estaba prevista la finalización del Centro de Información, y en la primavera de 2009 la del Centro de Cría y Recuperación. De momento, en la indicada parcela portuaria, está bastante avanzada la construcción de un amplio edificio, que esperamos sirva para paliar alguna de las muchas necesidades que tiene el Parque Natural, su medio marino, su fauna protegida, sus visitantes y sus habitantes.

Para nosotros siempre es una satisfacción que se construyan equipamientos a favor del medio ambiente y, sobre todo, que realmente sirvan para lo que están proyectados. Ojalá que así sea.

¿Qué pasa cuando el vigilante roba?
¿Qué pasa cuando el protector agrede?
¿Qué está pasando cuando la Agencia del Medio Ambiente -cuya principal misión es cuidar el Parque Natural- en su propia obra, en el lugar más visitado del Parque, (justamente detrás del faro de Cabo de Gata) deja una montaña de escombros?