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Rodaje en el Parque

Qué tienen en común el Parque Natural y Heresies (Herejías), una revista sobre arte y política desde una óptica feminista que se publico en Nueva York de 1977 hasta 1992?
Carboneras y los paisajes del parque natural han sido los lugares elegidos por Joan Braderman, directora de cine estadounidense, para ambientar una entrevista con Susana Torre, arquitecta argentina y newyorkina residente en Carboneras, como parte de su película, provisionalmente titulada “Las Herejes”, sobre las fundadoras de esa revista. Braderman y Torre fueron dos de las veinte artistas y críticas que crearon un espacio inédito para la expansión de las definiciones del arte y su función.

A diferencia de la mayoría de publicaciones de este tipo, que desaparecen después de uno o dos números cuando el equipo originario se cansa a se agotan los recursos, Heresies llegó a sacar 26 números con una estructura de colectivos editoriales renovables, formados por mujeres interesadas en participar en la realización de un número temático. Abordaron temas como “Arte y Política”, “Esquemas de comunicación verbal y espacial”. “La violencia contra las mujeres”, “La cuestión sexual”, “La Gran Diosa”, “Las mujeres y la Música” o “Creando espacios: las mujeres y la arquitectura”.

Foto: Joan Braderman y Susana Torre, © MS

El objetivo de las fundadoras fue crear un espacio donde la diversidad podía ser expresada, rehusando explícitamente a publicitar obras de arte producidas por “genios”, aunque fuesen hechas por mujeres. Todos los números respetaban el formato y las 150 páginas, pero cada colectivo autónomo tenia la libertad de diseñar la portada y las páginas como quisiera, produciendo una variedad visual siempre sorprendente. Las presentaciones de cada número de la revista se realizaban en galerías de arte o cafés, creando debates acalorados entre los participantes por la polémica que suscitaban los temas. Eran aún los días en que los hombres podían cuestionar la necesidad de crear, por ejemplo, una institución como el Museo de las Mujeres en la ciudad de Washington. A la madre de Braderman, que trabajaba en un museo de esa ciudad en esa época, le preguntaron: “¿Para qué necesitan [las mujeres artistas] un museo separado cuando ya hay demasiados en Washington, y están llenos de obras realizadas por mujeres?”. Cuando le pidió a su interlocutor que nombrase una, la respuesta fue: “Joan Miro” (en inglés, Joan es nombre de mujer). En este momento, la única mujer artista representada en la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York, Meret Oppenheim, autora de la célebre y muy surrealista taza, plato y cuchara recubiertas en pelaje animal, era ingresada en la historia clásica del arte moderno de Janson como un hombre. Si las cosas han cambiado desde entonces, fue en gran parte por la influencia de Heresies en concienciar a las instituciones culturales.

Joan Braderman quiere, a través de esta película, revivir los debates de los años setenta que revolucionaron las practicas artísticas en los Estados Unidos, y también confrontar a la audiencia con preguntas difíciles que todavía no han sido resueltas, como el deseo de muchas mujeres de combinar vida familiar y educación de los hijos con un trabajo o profesión a tiempo completo. La edad de las fundadoras de Heresies ronda ahora entre cincuenta y pico y ochenta y pico. Muchas de ellas ya no viven en Nueva York, aunque todas continúan produciendo arte, literatura y arquitectura.

Con sus dos jóvenes asistentas, la productora Crescent Diamond y la camarógrafa Lily Henderson, Braderman volvió a visitar los parajes de Almería, integrando también en su película temas polémicos como la confrontación entre los intereses inmobiliarios y la protección de la naturaleza, temas que, de manera mas amplia, ya habían sido tratados por las “herejes” en su número “Ecología y Feminismo”.

Amigos del Parque