Me quedé muy
preocupada al leer el último "ECO"
y constatar el alarmante aumento de edificabilidad
previsto en Aguamarga, Las Negras, etc.
¿Es que nadie se da cuenta que esto
será "matar la gallina de los
huevos de oro"? ¿No hay nadie
en los diferentes estamentos políticos
andaluces: municipales, autonómicos,
medioambientales, etc., con criterio suficiente,
que sea capaz de percibir los desmanes urbanísticos
que se han realizado en otras partes del
litoral mediterráneo, ya irrecuperables,
e intentar evitarlos en nuestra bien amada
costa de Almería?
Es hasta cierto punto
comprensible que las gentes de esta tierra,
durante siglos olvidada por Dios (y también
por los hombres), vean, en la construcción
de hoteles y nuevas edificaciones su futuro
"becerro de oro". No obstante,
la educación debería servir,
entre otras cosas, para enseñar a
los ciudadanos a comprender el verdadero
valor (que no precio) de las cosas realmente
importantes, como lo es el patrimonio natural
de un país. Y esta educación
es responsabilidad de las administraciones
y conlleva, por supuesto, su tiempo.
No obstante, es de
suponer (?) que las personas que ostentan
puestos relevantes en las diferentes instituciones
con competencias sobre el Parque, sí
que cuentan con esa educación y eso
debería permitirles tomar sus decisiones
con criterio suficiente para no comprometer
el espíritu del Parque, como tal,
a medio y a largo plazo.
Soy catalana y me
enorgullezco de la gran belleza de nuestro
litoral, pero me entristece profundamente
ver su degradación a causa de la
voracidad de la especulación urbanística
que empezó en los años 50
y, aunque ligeramente en descenso, continúa.
Es por esta razón que puse mis ojos
en la costa del Cabo de Gata, un litoral
aún muy virgen y poco degradado por
la acción del hombre. Por esto me
duele muy especialmente ver que quienes
deberían velar por la preservación
de estos parajes únicos no toman
nota de lo ocurrido en otras partes de España
en épocas anteriores, en las que
las palabras "medioambiental"
y "ecologista" tenían que
buscarse en el diccionario.
Con esto no quiero
decir que esté totalmente en contra
de la construcción de nuevas viviendas
en las zonas urbanas del Parque, pero sí
estoy en contra de la construcción
indiscriminada y no regulada dentro de los
límites del Parque; de los "teje
manejes" de los políticos de
cualquier signo para autorizar "bajo
mano", o de cualquier otra manera,
la concesión de licencias, previo
pago de suculentas comisiones; de las arbitrarias
ampliaciones de suelo urbanizable en los
núcleos urbanos sin prever un aumento
consecuente de los servicios, creyendo,
irresponsablemente, que Dios o el "Trasvase
del Ebro" proveerá.
Nuestro principal
patrimonio es y será siempre el medio
natural.Y es nuestro deber para con las
futuras generaciones preservarlo lo más
inalterado posible.
Un abrazo a todos
los que compartimos el mismo sentimiento.
Rosa MĒ Badía
Viñas
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