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Cartas y opiniones

Desde aquí os animamos a enviar vuestras cartas contándonos anécdotas, comentarios y opiniones sobre todo lo relacionado con el Parque Natural. Podéis hacerlo a través de Internet o por correo postal. Gracias.
Nuestra gata torturada

En esta revista hemos denunciado numerosas veces el envenenamiento, ahorcamiento y apaleamiento de perros y gatos. Este testimonio de unos vecinos de Las Negras, es uno más de ello. Un reflejo cruel de lo que ocurre demasiadas veces en el Parque.

Muy Señores nuestros:
No sé cómo voy a empezar a contar el daño que han hecho a nuestra gata: ¡Ha sido horrible! No podemos creer que existan personas tan malintencionadas. Hace unas semanas encontramos a nuestra gata en éstas condiciones: todo el lomo, con rabo incluido, en carne viva; se podían ver los huesos y, por supuesto, con mucho dolor. Según el veterinario, la habían rociado y quemado con algún ácido. Como el daño causado fue tan grande y la recuperación hubiese sido larga y dolorosa, se decidió ponerla a dormir. Les rogamos que pongan éste anuncio en el Eco del Parque. Les saludamos atentamente.

Joke, Linda, Ingmar y Barbara

Un patrimonio a preservar

Me quedé muy preocupada al leer el último "ECO" y constatar el alarmante aumento de edificabilidad previsto en Aguamarga, Las Negras, etc. ¿Es que nadie se da cuenta que esto será "matar la gallina de los huevos de oro"? ¿No hay nadie en los diferentes estamentos políticos andaluces: municipales, autonómicos, medioambientales, etc., con criterio suficiente, que sea capaz de percibir los desmanes urbanísticos que se han realizado en otras partes del litoral mediterráneo, ya irrecuperables, e intentar evitarlos en nuestra bien amada costa de Almería?

Es hasta cierto punto comprensible que las gentes de esta tierra, durante siglos olvidada por Dios (y también por los hombres), vean, en la construcción de hoteles y nuevas edificaciones su futuro "becerro de oro". No obstante, la educación debería servir, entre otras cosas, para enseñar a los ciudadanos a comprender el verdadero valor (que no precio) de las cosas realmente importantes, como lo es el patrimonio natural de un país. Y esta educación es responsabilidad de las administraciones y conlleva, por supuesto, su tiempo.

No obstante, es de suponer (?) que las personas que ostentan puestos relevantes en las diferentes instituciones con competencias sobre el Parque, sí que cuentan con esa educación y eso debería permitirles tomar sus decisiones con criterio suficiente para no comprometer el espíritu del Parque, como tal, a medio y a largo plazo.

Soy catalana y me enorgullezco de la gran belleza de nuestro litoral, pero me entristece profundamente ver su degradación a causa de la voracidad de la especulación urbanística que empezó en los años 50 y, aunque ligeramente en descenso, continúa. Es por esta razón que puse mis ojos en la costa del Cabo de Gata, un litoral aún muy virgen y poco degradado por la acción del hombre. Por esto me duele muy especialmente ver que quienes deberían velar por la preservación de estos parajes únicos no toman nota de lo ocurrido en otras partes de España en épocas anteriores, en las que las palabras "medioambiental" y "ecologista" tenían que buscarse en el diccionario.

Con esto no quiero decir que esté totalmente en contra de la construcción de nuevas viviendas en las zonas urbanas del Parque, pero sí estoy en contra de la construcción indiscriminada y no regulada dentro de los límites del Parque; de los "teje manejes" de los políticos de cualquier signo para autorizar "bajo mano", o de cualquier otra manera, la concesión de licencias, previo pago de suculentas comisiones; de las arbitrarias ampliaciones de suelo urbanizable en los núcleos urbanos sin prever un aumento consecuente de los servicios, creyendo, irresponsablemente, que Dios o el "Trasvase del Ebro" proveerá.

Nuestro principal patrimonio es y será siempre el medio natural.Y es nuestro deber para con las futuras generaciones preservarlo lo más inalterado posible.

Un abrazo a todos los que compartimos el mismo sentimiento.

Rosa MĒ Badía Viñas