El proyecto
urbanístico de las Marinas de Agua Amarga,
aprobado por el pleno del Ayuntamiento de Níjar
celebrado el pasado 29 de septiembre, va a suponer la
total transformación de uno de los núcleos
de población más emblemáticos del
Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Con este proyecto,
Agua Amarga va a duplicar o triplicar el número
de habitantes, sin contar con una planificación
de los servicios necesarios para atender las necesidades
de sus ciudadanos. El Ayuntamiento da prioridad a los
intereses particulares de la persona que participó
en la redacción del planeamiento urbanístico
del municipio frente a los intereses y la defensa de
la calidad de vida de toda la comunidad de vecinos,
que fueron los que con sus votos dieron al alcalde y
a sus concejales la posibilidad de gobernar durante
cuatro años.
Aunque resulte redundante queremos
recordar a los responsables de las administraciones,
local, provincial y autonómica que la declaración
de un territorio como parque natural reconoce oficialmente
su valor como patrimonio natural, un patrimonio que
nos pertenece a todos los ciudadanos y a las generaciones
futuras. Esta figura de protección también
implica el deber de estas instituciones de protegerlo
ante posibles agresiones. La Asociación Amigos
del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar considera
un atentado la construcción de 350 viviendas
y un hotel en la barriada de Agua Amarga.
El núcleo urbano de Aguamarga se encuentra en
la actualidad superpoblado. Las últimas normas
subsidiarias aprobadas por el Ayuntamiento de Níjar,
refrendadas en 1997 por la Junta de Andalucía,
todavía dejan mucha superficie para edificar.
Si ahora, además, le sumamos el proyecto promovido
por la sociedad mercantil Marinas de Agua Amarga SA,
nos encontramos con una transformación radical
de este territorio. Ante la apatía manifiesta
de los dos equipos de gobierno que han gobernado el
Ayuntamiento de Níjar en esta legislatura, exigimos
a la Consejería de Medio Ambiente que agote los
recursos legales para evitar esa desmedida ampliación
de suelo urbano. Que defienda ante el Tribunal Supremo
su propia Declaración de Impacto Ambiental y
no permita que ocurra en Agua Amarga lo que ha sucedido
en la playa de El Algarrobico con la construcción
de un macrohotel de más de 20 plantas de altura.
Una vez más nos sorprende
la pasividad o complacencia de los responsables de las
instituciones públicas frente a estas agresiones,
que ponen en peligro el modelo de vida de sus ciudadanos
y puede acabar con el atractivo turístico de
esta barriada del Parque Natural.
Antonio Hermosa
Presidente Asociación Amigos del P. N. Cabo
de Gata-Níjar
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