No hay que esperar al futuro
para ver los efectos negativos del desarrollismo desmesurado
y sin control que se realiza en nuestra Provincia, tanto
en la agricultura como en el urbanismo litoral del levante
almeriense. En estos días estamos recibiendo
noticias que podríamos considerar poco menos
que catastróficas sobre la falta de agua en el
Levante almeriense.
Ya se están evidenciando
los efectos negativos de abusar de los recursos naturales
que disponemos, en este caso de las reservas de agua
que tienen nuestro subsuelo. Así lo viene denunciando
desde hace años el Grupo Ecologista CÓNDOR.
Una vez más este Grupo Ecologista vuelve a llamar
la atención de las Consejerías de Agricultura
y Obras Públicas y de la Confederación
Hidrográfica del Sur para pedirles que sean más
estrictos y hagan cumplir la Ley. No debe autorizarse
la construcción de más invernaderos ni
de urbanizaciones. Nuestra Provincia está en
una situación límite respecto a las reservas
hídricas. Debe frenarse el avance desmesurado
que se está produciendo del urbanismo litoral
en Mojácar, Garrucha, Cuevas, Vera y Pulpí,
agravado por la proliferación de campos de golf.
A pesar de estar declarados los acuíferos sobre
explotados y de ser ya más que evidente que no
hay más agua que la que hay, es lamentable que
nuestras administraciones sigan permitiendo que se agudice
la situación. Si hoy la situación hídrica
en nuestra Provincia es muy grave ha sido debida a la
incompetencia, irresponsabilidad e ineficacia de las
consejerías de Agricultura y Obras Públicas,
así como de la Confederación Hidrográfica
del Sur, que con su proceder han permitido la situación
actual. Aunque siguen sin tener conciencia de este problema
y siguen autorizando más y más invernaderos,
urbanizaciones y campos de golf.
El mismo Director de la Agencia
Europea de Medio Ambiente ha expresado su opinión
contraria a que se prosiga ampliando la superficie de
invernaderos en nuestra Provincia, incluso no ya por
los graves problemas hídricos, sino porque las
enormes producciones que generan están colapsando
el mercado. Y como ejemplos caben citar las últimas
campañas, donde millones de kilos de excedentes
han tenido que ser tirados ante la falta de demanda.
Señalando Europa, asimismo, que la producción
agrícola bajo plástico debe abandonar
la idea de la cantidad y optar por la calidad, invirtiendo
en la mejora de los sistemas de explotación,
para producir con menos plaguicidas o agentes químicos.
El Grupo Ecologista CÓNDOR, ante todo, defiende
la actividad agrícola por ser ésta una
importante fuente de riqueza y desarrollo, siempre que
no resulte agresiva con el medio ambiente. Sin embargo
está en contra del crecimiento incontrolado de
la superficie regable ya que éste conlleva el
agotamiento de los recursos, el empeoramiento de la
calidad de los mismos y la consiguiente desaparición
de la actividad indicada.
Los transvases de agua desde
cuencas excedentarias, como solución del problema,
es más una utopía que una realidad, debido
a la dificultad de determinar las zonas próximas
con exceso del recurso y de solucionar los conflictos
sociales que afloran cuando se pretende llevar a cabo
cualquier política de transferencias de agua,
como ya lo estamos viendo. La instalación de
desaladoras tampoco es una solución buena al
problema de la sequía ya que el coste económico
y medio ambiental del proceso resulta muy elevado con
la tecnología existente hoy día. El Grupo
CÓNDOR defiende, ante todo, la administración
racional de los recursos disponibles y la práctica
de lo que se conoce como agricultura sostenible, respetuosa
con el medio ambiente. Insiste en la necesidad de promover
campañas que eviten el despilfarro de los recursos
hídricos por parte del agricultor, como arma
más eficaz para la lucha contra la sequía.
Asociación ecologista
CÓNDOR
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