I Parte
Sagrada Virgen del Mar,
madre de los afligidos, dame tu divina gracia,
de corazón lo pido, para poder redactar
el crimen más vengativo que ha visto la
humanidad. En la provincia de Almería,
por toda España es nombrado, hay un pueblo
de importancia, el cual Níjar es llamado.
En el Cortijo del Fraile vive Francisco Cañada,
querido por todo el campo por ser de familia honrada.
Éste sigue su labor en ese cortijo hermoso.
Por no tener más que hijas, siempre tiene
muchos mozos. La hija mayor que tenía era
una bella mujer, con un mozo casó que se
llamaba José. Ya que su hija casó
con un hombre honrado y bueno, en un cortijo les
pone que le llama "El Cambronero". José
siembra ese cortijo, se hizo un fuerte labrador.
Por ser sus hijos pequeños, a un hermano
recogió. Lo han criado como un hijo, lo
mismo él que su mujer. Casimiro ya creció
y un día empezaron a hablar: <Te has
de poner en estado con Francisca, mi "cuñá".
Mi cuñada es fea y coja, su padre la tiene
dotada. Tu te has de casar con ella, que el dinero
no se vaya>. Su hermano toma el consejo y a
"El Fraile" se encaminó y, siendo
todos conformes, la boda se preparó. Estando
todo completo, dos corderos se mataron para dar
buena comida a todos los invitados . A las once
de la noche, dice Francisco Cañada: <Se
acuesten todos un rato, pa salir de madrugada>.
Ya que todos se acostaron y todos dormían
bien, a las dos de la mañana llegan José
y su mujer. <Padre abra usted la puerta>.
Su padre se levantó y ha conocido a su
yerno, que algo malo le pasó. Se levanta
el personal preguntando qué ha pasado,
y al novio van a contar que la novia se ha marchado.
Al ver un drama tan feo, cada cual se preparó,
cada uno con su mulo, todos en busca del ladrón.
Todos comentando el hecho, Manuel Montes se marchó,
y a una legua del cortijo con un muerto tropezó.
Se paró a reconocerlo, con su hermano se
encontró, y oye una voz de mujer que estas
palabras le habló: <Primo dame cuatro
tiros, por mí a tu hermano han matado>.
<Anda y que te mate Dios, dime quién
lo ha asesinado>. La novia contestó:
<Ha sido un enmascarado>. Se marchó
para el cortijo a contar lo que ha pasado. El
mismo hermano del muerto a Níjar se encaminó
a dar cuenta a la justicia de todo lo que pasó.
En el sitio del suceso, al llegar la autoridad,
ven a Paco Montes muerto y a Francisca medio "ahogá".
Cogen a Francisca presa, a su hermana y a su cuñado,
a su novio Casimiro y al padre que lo engendró.
En la otra segunda parte damos cuenta y razón
de la declaración del novio y lo que la
novia habló.
II Parte
A Casimiro Pérez,
el novio, le toman declaración: <No
sé nada señor juez, ni fui yo quien
la mató. Yo le juro, señor juez,
si lo hubiera visto yo, a él le hubiera
dado un tiro y a ella hubieran sido dos>. Manda
el juez que entre la novia, y ésta se presentó,
dando varias cojetadas, a prestar declaración.
Le pregunta el señor juez: <Por ti han
matado a tu primo. ¿Cómo te fuiste
con él siendo tu novio Casimiro?. <A
mi primo Paco Montes, señor juez, siempre
he querido, de él estaba enamorada y no
quería a Casimiro. Si di palabra a mi padre
de unirme a ese hombre, es que Paco no quería
no sólo a mi nombre. Lo invitamos a la
boda, y hablé un poco con mi primo. Le
dije: "Hazme feliz". Me dijo: "Vente
conmigo". Le dije, llena de gozo, "en
la calle espérame". Salí, me
monté en su mulo y apretamos a correr.
Media hora de camino, el mulo a todo correr, divisamos
unos bultos y era mi "cuñao".
"Paco, José mi "cuñao"
viene, defiéndete por favor". Metió
mano a su revolver y José se lo quitó.
José le pegó tres tiros, mi hermana
a mí agarró. Cuando me dejó
por muerta se retiraron los dos. Es cuanto puedo
decirles, ésta es la pura verdad>. Y
entonces el juez ordena que le den la libertad.
Manda el juez que entre José y éste
se presenta. De lo que le preguntaron al principio
se negó. Ya no tuvo más remedio
que decir: <Yo le maté después
de una gran lucha que tuve que hacer con él.
Yo no llevaba herramienta, su revolver le quité.
Como la vida es amable, tres tiros le disparé.
Mi mujer cogió a su hermana, porque era
su deber. La cogió de la garganta, como
era de temer>. Al otro día por la mañana,
los sacan en conducción, y la mujer de
José, en la iglesia se metió. Se
hinca Carmen de rodillas, al pie del altar mayor,
y a la Virgen del Carmen, esta súplica
le echó: <Sagrada Virgen del Carmen,
a tus plantas yo me humillo. Dadme valor Madre
mía, ¿qué hago yo con mi
chiquillo?. Mi niño de quince meses, sin
tener calor de nadie, a Sorbas nos llevan presos,
lo mismo a mí que a su padre. Jesús
redentor del mundo, yo me quisiera morir, por
Dios, quitadme la vida, que más no puedo
sufrir>. Y a otro día por la mañana,
los sacan en conducción y en la cárcel
de Sorbas, con su marido ingresó.
|