El otro día
iba hacia las Amoladeras a disfrutar
de una vista maravillosa e increíble,
un bosque de pitas que parece no acabar
hasta el mar, cuando me detuvieron
unas obras en la carretera: ya
están aquí las elecciones
y por eso hay tantos camiones,
pensé, y me escandalicé
de mi propia suspicacia, así
que esperé mi turno para adelantar
aquellas máquinas envueltas
en vapores de alquitrán intentando
alejar mis fantasmas y ser más
positiva.
A los pocos
días entraba en San José
cuando de nuevo las máquinas
vaporosas en medio de la lluvia frenaron
mi marcha, no pude evitar pensar mal
de nuevo: carreteras arregladas,
municipales ganadas. De nuevo
me asusté de mi mala leche
y pensé cuánto nos molesta
que asfalten en Semana Santa o en
Agosto, justo cuando está todo
lleno de gente y se forman tremendos
atascos, así que de nuevo me
observé suspicaz y quise ver
que era un buen momento para arreglar
las carreteras, sobre todo ese agujero
que había a la salida del Pozo
y que me había ya costado los
dos amortiguadores.
Otro día
iba pensando en ese maldito agujero
cuando de nuevo la señal triangular
de obras me hizo poner las luces de
emergencia y ralentizar a tope la
marcha para encontrarme con que las
flamantes aceras de El Pozo de los
Frailes eran horadadas para meter
la conducción de algo, luz,
agua, alcantarillado
no lo sé,
una rima facilona pasó por
mi mente obras a raudales, elecciones
municipales, y dudé entre
mi suspicacia o una súbita
e inesperada eficacia, de la gestión
municipal se entiende.
Pero al día
siguiente me contó un amigo
de Rodalquilar que por fin iban a
solucionar el problema de aguas que
allí tienen, que en vez de
ser potables son contaminadas. Pensé
que ante unas elecciones el pueblo
debe estar sereno, y que habían
decidido acabar con las emociones
fuertes, pero cuando me contó
que también iban a hacer un
parque infantil, otra rima se posó
en mi cabeza con un parque infantil
otros veinte años, o mil
.
Como mi propio
nombre indica suelo ir de miranda,
y es que el nombre, quieras o no,
te condiciona, así que estas
coplillas que llegaban a mi mente
podían ser efecto de la primavera
o de que realmente el Parque en el
que vivimos sea, como muchos dicen,
sobrenatural.
Para poner
los pies en la tierra me apunté
al curso de mantenimiento que han
puesto para las señoras, señoronas
y señoritas el ayuntamiento,
esta vez no fui suspicaz, pues todos
los años hacen cosas así,
pero al ir al curso me di cuenta de
que estaban en obras de mejora en
el edificio municipal y de nuevo las
rimas aparecieron por arte de magia
reforma consistorial, propaganda
electoral, en fin, todavía
no me he paseado por Las Negras, Agua
Amarga o San Miguel, y es que estoy
pensando que si sigo de Miranda lo
mismo me convierto en poetisa, y la
verdad, no sé, quizás
los tambores de guerra están
reñidos con la poesía
y no sería muy acertado, así
que voy a evitar un tiempo los paseos
urbanos y me voy a aficionar al senderismo,
que para ir de miranda no hacen falta
vehículos.
Además
no me gusta el dicho popular de piensa
mal y acertarás, prefiero
el de haz el bien y no mires
a quién, pero mi mente
obtusa confundió las palabras
y sin querer escribí vota
bien pensando bien a quién¿Verdad
que me irá mejor de miranda
que de poetisa?
Miranda
de Miranda
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