En Rodalquilar, el tema
del agua potable, o al menos del agua sanitaria,
se vuelve insostenible en cuanto que la población
estacional crece (cortes en el suministro, aguas
con aspecto tan poco recomendable que uno no se
atreve ni a ducharse, etc.); la acumulación
de vehículos en la calle que recorre el
pueblo, bien sea aparcados bien transitando, es
caótica, agravado por la inexistencia de
aceras para los transeúntes.
En Las Negras, el asunto
de los coches se repite (atascos, pitidos,...);
las innumerables obras con sus contenedores, camiones,
ruidos insoportables y polvo empeoran la situación.
En La Isleta y Agua Amarga se repiten los problemas
de coches y obras, agudizados por la propia estructura
de las poblaciones (calles pequeñas sin
aceras, imposibilidad de aparcar los numerosos
vehículos que residen o visitan puntualmente
el lugar). En la zona de San Miguel y Cabo de
Gata la cuestión es idéntica.
En toda la extensión
del Parque las aguas residuales, que ya de por
sí son un verdadero lastre (teniendo en
cuenta que esto es un espacio protegido, de máxima
importancia ecológica), en los meses veraniegos
se convierten en auténtico problema sanitario,
ya que las aguas fecales rezuman al exterior,
provocando puntos de alto riesgo para la salud
(fugas en las playas urbanas, concentración
de parásitos, propagación de infecciones,
mal olor, etc.), intensificado todo por el calor
y los vientos de la zona. Las recogidas de basuras
son insuficientes, los contenedores urbanos, de
las calas o caminos y las papeleras se llenan
y rebosan esparciendo moscas y mal olor. No hay
policía municipal en ninguno de los núcleos
habitados. La infraestructura sanitaria de urgencia
es inexistente...
La lista se puede aumentar,
pero a todos nos gustaría que se empezaran
a resolver todas estas cuestiones; sabemos que
los responsables están demasiado lejos
para involucrarse en la necesidad de soluciones,
y que sólo les llega el ECO de estos problemas.
Soluciones posibles:
Aumentar
la frecuencia de la recogida de basuras, además
de la colocación de más contenedores
y papeleras en las poblaciones y en las zonas
más concurridas.
Mantener en funcionamiento
óptimo las depuradoras de aguas residuales;
agrandarlas y/o crear nuevas instalaciones de
depuración donde sean insuficientes.
Colocar puntos de socorro
en los lugares más visitados (playas, localidades,
etc.) para las eventuales emergencias sanitarias.
Crear planes de desarrollo
urbanístico coherente con el lugar en donde
estamos, sin olvidar que esto es un Parque Natural,
contemplando soluciones a las infraestructuras
básicas (aceras, aparcamientos, accesos,
agua potable, aguas residuales, etc.) antes del
comienzo de las obras. Después todo son
chapuzas caras e insuficientes.
Potenciar un tipo de turismo
ecológico, que valore el ecosistema protegido,
que no sólo sea estacional sino a lo largo
de todo el año, para poder evitar las grandes
aglomeraciones que no satisfacen a nadie. Para
turismo masivo hay a lo largo de la costa mediterránea
numerosos puntos que concentran este tipo de visitas.
De lo que hay muy poco son espacios protegidos,
y éstos están en alza.
Limitar, vigilar y controlar
el aumento de ruidos en los puntos urbanos conflictivos
(insonorización de locales, horarios restringidos
para la maquinaria pesada de las obras, etc.).
La contaminación acústica genera
verdaderos conflictos de convivencia.
Crear aparcamientos públicos
en la entrada de las poblaciones pequeñas.
Organizar el trafico con señales y/o agentes
para ello en la temporada veraniega.
M. Goya
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