La calidad del agua es bastante buena, tal y como indican nuestros análisis (ver tabla), siendo los invertebrados acuáticos muy abundantes, apareciendo incluso especies exclusivas, como el caracol dulceacuícola Pseudamnicola gasulli, un endemismo del sureste peninsular y catalogado como Vulnerable.

Destaca entre la fauna la presencia de una interesante y aislada población de galápagos leprosos, siendo además abundantes los anfibios (tres especies), la culebra viperina, incluso el camaleón. Tampoco es difícil ver volar por este barranco al águila perdicera, el búho real y el camachuelo trompetero -por citar algunas especies significativas- que nidifican en sus cortados.

Pero no todo es positivo. También hemos podido comprobar que los álamos de los que hablábamos anteriormente se encuentran debilitados, creemos que por la invasión de gran parte del cauce por la cañavera, una especie exótica e invasora. Vemos que, año tras año, la cañavera se va extendiendo, desplazando a la vegetación de ribera autóctona, por lo que sería bueno controlarla o bien fomentar la ganadería, hoy abandonada allí.