Ambos colectivos advierten de que la mayoría de elementos se encuentra en una “delicada” situación de conservación y de mantenimiento, “siendo la mayoría de propiedad privada, amparados a su suerte, sin que la administración competente, en este caso, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, realice una adecuada tutela de estos elementos, lo que incrementa su deterioro y su abandono”.

El detallado listado de elementos protegidos con “sus principales problemas” recoge el Castillo de San Francisco de Paula, en el Faro de Cabo de Gata, ya que no cumple con el régimen de apertura al público pese a ser propiedad del Estado y la Torre Vela Blanca, de la que es dueña Fomento, que tampoco cumpliría el citado régimen, además de tener “graves deficiencias en sus elementos estructurales y ornamentales”.

Con respecto al Castillo de San Felipe en Los Escullos, lamentan que, pese a ser propiedad del Ministerio de Medio Ambiente, esté cerrado “actualmente”, sin uso social ni cultural y sin una “adecuada” consolidación de sus principales elementos. Mismas reclamaciones se hacen sobre el Castillo de San Ramón de Rodalquilar, que tampoco cumple con el régimen de apertura al público, o la Torre de los Alumbres; mientras que para el Cortijo del Fraile abogan por la colaboración público-privada para su gestión “cultural y social”.

Caso aparte es el del Castillo de San Pedro, localizado en la cala del mismo nombre y de propiedad privada. Las asociaciones advierten de la necesidad “de actuación urgente” por el derrumbe de algunos elementos estructurales.

Las cartas aluden al Castillo de Mesa Roldán y a la Torre del Rayo, ambas propiedad del Ayuntamiento de Carboneras. Sobre el primero alertan de “graves deficiencias” en su conservación mientras que del segundo lamentan que no se cumpla el régimen de visitas al público.

En la denuncia incluyen el cargadero de mineral de Agua Amarga, también BIC y de propiedad privada, y demandan la mejora de la “señalización y algunos elementos estructurales como patrimonio industrial”; mientras, en el caso del BIC -sitio arqueológico del yacimiento del Barranquete-, los colectivos critican que esté “lleno de basura, sin delimitar y expoliado”, por lo que sería necesario un “plan integral de recuperación”.

Las cartas hacen referencia a otro yacimiento, el de origen romano situado en Torregarcía, de nuevo un BIC con la categoría de sitio arqueológico, pero en este caso propiedad de la Junta. Para él, reclama una mejora del perímetro de seguridad, del cartel señalizador “oxidado” y una limpieza del entorno “lleno de basuras” para darle “algún uso científico”.

El listado de inmuebles protegidos comienza por el Torreón de San Miguel y el Torreón de Torregarcía, ambos en Almería, declarados BIC y propiedad del Ministerio de Medio Ambiente. De ellos, señalan sus “graves deficiencias” en elementos estructurales y ornamentales. Lo cierto es que, si bien es verdad la situación de ambos edificios, Costas ha reservado una partida para una primera actuación sobre estos torreones. Además, en el caso del de San Miguel, el Ayuntamiento de Almería tiene un proyecto más ambicioso para su rehabilitación.

Esta asociación también ha remitido dicho escrito al Defensor del Pueblo Andaluz con un amplio dossier, esperando que realicen los oficios oportunos a la Consejería de Cultura para que adopten las medidas de rehabilitación y promoción de los valores históricos de los elementos protegidos dentro del Parque Natural.

Asociación Amigos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar