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¿Parque natural o parque temático?

Recientemente aparecía en el Diario de Almería la noticia del proyecto de crear una gran reserva sahariana en el Parque Natural de Cabo de Gata Níjar, para trasladar la Estación Experimental de Zonas Áridas que en la actualidad se encuentra en la Hoya en Almería.

En primer lugar hay que destacar la magnifica labor realizada por esta estación que ha conseguido rescatar especies de gacelas saharianas amenazadas, y sin cuya tarea realizada en esta estación seguramente se habrían extinguido. Esta atención se lleva a cabo en la actualidad en una finca cerca de la Alcazaba, situada en la Hoya, desde los años setenta.

Foto: Arrecife de Las Sirenas © OM

Ahora el Ayuntamiento de Almería plantea la posibilidad de hacer un parque en esa zona y, en vez de integrar a la Estación en ese Parque, lo que sin duda constituiría un atractivo muy interesante, se está planteando la posibilidad de trasladar las instalaciones y ampliarlas. Una de las posibilidades que se tienen en cuenta sería en la zona de Rodalquilar, en el Parque Natural de Cabo de Gata Níjar. Según informa el artículo, sería un gran parque, con los animales en semilibertad, en el que se podrían hacer visitas turísticas.

Queremos recordar que en el Parque, con anterioridad, se proyectó introducir especies, como la foca monje o el ibis eremita, proyectos que no llegaron a realizarse.
En el caso de la foca monje, podría estar justificado, ya que la especie se halla en peligro de extinción, y parece ser que en su día esta especie colonizaba las zonas acantiladas del Parque; hay quien dice que el Arrecife de las Sirenas recibe su nombre por la presencia en el mismo de estas focas. Se realizaron estudios para estudiar la viabilidad de la reintroducción, pero al final se descartó, ya que estos animales son difícilmente compatibles con la presencia del ser humano y para hacer posible su reintroducción sería necesario acotar grandes zonas litorales, lo que resultaba bastante problemático, por lo que al final se abandonó el proyecto.

Con posterioridad se trató la posibilidad de introducir, -en este caso no había constancia de que hubiese habido ejemplares de esta especie en esta zona-, un ave africana amenazada, el ibis eremita, mediante la construcción de grandes aviarios en el Parque para su adaptación. Proyecto que también se abandonó.
Y en la actualidad, como decíamos al principio, se está planteando la posibilidad de trasladar a los animales de la reserva de fauna sahariana al Parque.

 

  Con proyectos como los anteriores hay que plantearse cuál es la finalidad de los parques naturales. En teoría, parece que todos estamos de acuerdo en que si se ha declarado parque es porque posee unos valores naturales, una flora, una fauna, un paisaje, etc., que hay que conservar. La normativa de estos espacios pone trabas, cuando no prohíbe directamente, la introducción de especies de flora y fauna ajenas al espacio, por lo que no deja de sorprender que estos proyectos se planteen periódicamente. Es más en la actualidad ya hay que tomar medidas para evitar la proliferación de especies invasoras que amenazan los ecosistemas de la zona
También estos proyectos suelen ser bastante costosos, por lo que, dada la escasez de recursos con la que, lamentablemente, se enfrentan los espacios protegidos, parece más adecuado destinar el dinero disponible a mejorar las condiciones del espacio, que a la introducción de especies que no tienen nada que ver con los valores naturales del Parque.
Foto : Subiendo al Cerro del Garbanzal © MA
 

Evidentemente hay especies en peligro de extinción, y hay que tomar medidas para intentar evitarla, y en muchos casos no hay más remedio que su cría en cautividad, fuera de su entorno natural, en zonas que tengan unas características lo más parecidas a sus lugares de origen, pero esas zonas se deberían de buscar en lugares que no estén protegidos.

El problema de fondo es que no solemos tener claro que la finalidad de los espacios naturales es la protección de la naturaleza; un parque natural no es un parque urbano ni un parque temático, pueden y deben ser disfrutados por los ciudadanos, pero la finalidad de los mismos sigue siendo la conservación no el ocio, aunque en ocasiones, no siempre, puedan ser compatibilizados.
Uno de los problemas del Parque Natural de Cabo de Gata Níjar, y de muchos espacios protegidos, es la excesiva presión humana. Presión que, aunque no sea de manera intencional, pone en peligro los valores naturales del Parque. La instalación de un centro de animales en el interior del mismo no tiene sentido. El argumento de que puede ser un atractivo turístico más, lo único que haría sería aumentar ya la excesiva presión humana en el Parque, y ya puestos, ese mismo argumento se puede esgrimir para que se quede donde está y que sirva de atractivo para los usuarios del futuro Parque de la Hoya.

La conservación de los valores naturales es fundamental, y de no realizarse de forma eficaz al final tendremos muchos parques pero poco naturales.

José Rivera