El núcleo urbano tiene una extensión de 57.010 metros cuadrados, en el que predominan viviendas de arquitectura tradicional con volúmenes cúbicos, casi siempre de una sola planta, fachadas sencillas pintadas o encaladas de blanco con pocos ornamentos y cubiertas planas. En ocasiones, encontramos asociados a estas viviendas el tradicional horno para cocer pan, si bien algunos, por el paso del tiempo, se encuentran en mal estado de conservación, todavía pueden verse en uso aquellos que se resisten al paso del tiempo y mantienen viva la tradición ancestral.
La población total de El Argamasón es de 150 habitantes, entre las viviendas diseminadas y las del núcleo de población.

La actividad principal de los habitantes de esta población es la agricultura y la ganadería. En torno a la pedanía podemos ver huertas tradicionales y cultivos bajo plástico, que en los últimos años han proliferado de forma notable debido a la rentabilidad de los cultivos intensivos en la provincia de Almería. En el norte del núcleo urbano se localizan las principales explotaciones ganaderas, fundamentalmente de ovino y caprino.

Dando un paseo por las calles de El Argamasón nos llama la atención el silencio y la tranquilidad que se respira, que se interrumpe, especialmente, a primeros de septiembre cuando se celebran sus fiestas patronales en honor a la Virgen del Carmen. Durante unos días el bullicio, la alegría y la diversión se apoderan de estas tranquilas calles, en las que se organizan las populares carreras de cintas, el concurso de la escoba, bailes, etc. para el disfrute de los habitantes y numerosos visitantes que tras el sofocante calor del verano se refrescan con la alegría de este singular paraje.

Desde la plaza parte la calle Río Alías y la calle Cataluña y si seguimos hacia el sur llegamos hasta la Calle de Las Lastras, para encontrarnos con un mirador de lujo de gran parte del valle del Río Alías, el cual no podemos dejar de mencionar si estamos hablando del Argamasón, ya que es protagonista indiscutible de su entorno.

Ortofoto El Argamasón © Instituto de Cartografía de Andalucía

El visitante no debe dejar de recorrer el sendero que aparece señalizado antes de llegar al núcleo de población, donde desemboca un afluente del río, la llamada Rambla de los Santeros. Si caminamos río arriba llegaremos hasta el molino hidráulico de El Argamasón, de propiedad pública y pendiente de restauración. Si seguimos por el curso fluvial, unos metros más arriba nos encontramos con una zona en la que el río Alías atraviesa materiales sedimentarios llamados calcarenitas, formados por fragmentos calcáreos de restos de organismos marinos que se depositaron en el fondo de un estrecho, formando dunas submarinas con estratificaciones en artesa de gran tamaño, son las mega-artesas de El Argamasón. Estas formaciones se produjeron en el periodo comprendido entre 5 y 3 millones de años. La belleza plástica y la singularidad de estas formaciones las convierte en un interesante recurso turístico de gran valor geológico. En esta zona el río se estrecha notablemente y forma una excepcional garganta digna de contemplar en los periodos lluviosos del año.

En el entorno de El Argamasón nos encontramos algunas cortijadas y viviendas aisladas de arquitectura tradicional, entre las que destacan la cortijada de la Olla, el Cortijo del Molino, del que antes hemos hecho mención, o el Cortijo de los Cauces hacia el este de la pedanía, cerca del que encontramos otro antiguo molino hidráulico: el Molino de las Cruces. De estilo arquitectónico más moderno, por su reciente construcción, también nos encontramos viviendas aisladas a las afueras del núcleo de población, algunas de las cuales desentonan con el paisaje, en el que también contrastan los invernaderos flanqueando el río Alías.

El visitante de El Argamasón encontrará en esta pedanía de Carboneras un lugar tranquilo en el que se mezclan la tradición y la modernidad en un entorno natural cuyo protagonista es el Río Alías, en el que podrá contemplar sus excepcionales formaciones geológicas y aprender de la ancestral tecnología de los molinos hidráulicos, que constituyen un importante recurso de gran valor etnológico en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar.

Francisco Gálvez