Sus poemas hablan de cómo se muere la vida y de la vida hecha muerte en el sinsentido de un mundo en donde vivimos presos. Por eso nos recuerda que si la vida es el estertor “de un diseño salvaje, bruto y breve/ entristece saber cómo morimos/ y que no sepamos cómo vivimos”. Frente a la “indiferencia del universo” y a “la soledad de nuestra existencia”, el autor nos ofrece el amor como el último puerto de amparo. El poemario nos habla también de las gaviotas que se aman mientras vuelan y otras que pelean en la arena, así como de torres vigías que ya no necesitamos, pero desde las que seguimos oteando, con el mismo miedo, “al otro”.

Acuarelas habla de las estaciones del año por las que transitan pescadores que se fueron, junto con otros que siguen el rastro de los mismos peces. También habla de la paz como sosiego, frente a la guerra que sólo mueve el odio y la locura. Es un libro amigo de poemas sinceros en el que las palabras surgen con sencillez y van identificando emociones que, antes o después, esparce el viento. Y la luz se va deshaciendo en ilusiones que, de una u otra manera, permanecen en nuestra memoria. El pincel que pinta estas acuarelas es el de un vigía que ha dejado su torre pasando a la acción, aspirando al horizonte en su mirada y volando por entre la sabiduría de lo hasta hoy vivido, como queriendo añadir a esa misma vida la percepción de la existencia, como otra vida más.

Acuarelas nos trae olas que vienen y van, unas rugiendo de ira y otras plenas de una esperanza que parece quedarse quieta, atenta, sentada, esperando como un perro fiel. El autor habla del amor, pero sin romper ningún pasaje ni ningún paisaje ni ninguna cadena que no libere en verdad la esclavitud del ser humano, atrapado en su ignorancia y en la incomprensión de su auténtica y genuina felicidad.

Vistas al mar

Con buenas vistas al mar
su casa se construyó
y un jardín hasta la playa
con lentiscos y retamas.

Trabajó sin descansar
para tener una casa
que causara mucha envidia
a todos los del lugar.

Orgulloso de su casa
se sentaba en su terraza
para que los demás vieran
las riquezas que tenía.

Pero el tiempo no avisó
y vino a buscarlo a casa
dejando a la gaviotas
con buenas vistas al mar.

Futuro

Una niña inteligente y preciosa
se está bañando en la orilla del mar
con la mirada atenta de su madre
y la sonrisa de un padre feliz.

Su madre anda como una cigüeña
y sus bellas piernas las masajea
con dulces olas que besan sus pies
al romperse en la arena de la playa.

Sus ojos son un paisaje de paz
y la imagen de su vientre desnudo
muestra la erupción de alegría y vida
que el cráter del mundo liberará.

La brisa del viento en la tarde serena
con los azules y verdes del mar
obligan a pensar en el futuro
que a los niños no podemos robar.

Juan José Torres Nuñez

Juan José Torres Núñez, nacido en San José, es profesor de literatura inglesa y norte americana en la Universidad de Almería.
Ha publicado varios libros de teatro: Teatro inglés para estudiantes españoles. Cuatro proyectos andaluces con instrucciones para su puesta en escena y Nuevos horizontes para el teatro en la enseñanza de idiomas, La conferencia, Susan y Toros en el hotel.
Ha publicado los libros de poesía: Poemas de amor, Poemas para el recuerdo y Poemas de amor y miseria. Es autor también de la novela El monaguillo de Terellaso.
Acuarelas es su último poemario.