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Día de los castillos en Almería

El aprecio, la conservación y la puesta en valor del patrimonio histórico es un índice del nivel cultural de un pueblo. Y también del nivel democrático, puesto que las administraciones gestionan el patrimonio en nombre de los ciudadanos, que son sus verdaderos propietarios.

Traten de imaginarse que en Francia o en Alemania, por ejemplo, un alcalde dijera “podemos declarar en ruinas el castillo y demolerlo, pero no rehabilitarlo”, refiriéndose a un castillo de su municipio del siglo XVI (Castillo de San Pedro). Traten de imaginarse un castillo renacentista con más de 500 años de historia convertido en un establo para ganado hasta hace pocos años (Castillo de los Alumbres) o traten de imaginarse que un castillo del siglo XVIII, rehabilitado con dinero público y que es de titularidad pública (Los Escullos), se utilizara para negocios privados e impidiera su visita a un colectivo dedicado a la protección de los castillos. Pues ese es el nivel cultural de nuestra tierra, de algunos políticos municipales, de propietarios que especulan con el legado de un pueblo, de instituciones, como la Delegación de Cultura, que mantienen empolvada la ley que les permitiría resolver esta situación y también de la Delegación de Medio Ambiente, responsable de la gestión del Parque Natural de Cabo-Gata Níjar, una de las joyas de nuestra provincia.

La Asociación Amigos de la Alcazaba, que es la segunda delegación provincial más numerosa (tras Madrid) de la Asociación Española de Amigos de los Castillos, celebró el pasado sábado 20 de abril el Día de los Castillos, con una visita lúdica y reivindicativa al patrimonio castellológico del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Elegimos para ello tres fortificaciones emblemáticas -San Pedro, Alumbres y Los Escullos- y estuvimos guiados por Antonio Gil Albarracín, miembro de nuestra asociación y el investigador más prestigioso del patrimonio castellológico almeriense.

Foto: Castillo de San Pedro © AAAA
 

El Día de los Castillos conmemora la declaración en 1949 de todos los castillos de España como monumentos. Aquella ley recogía en su articulo 1º que “Todos los castillos de España, cualquiera que sea su estado de ruina, quedan bajo la protección del Estado, que impedirá toda intervención que altere su carácter o pueda provocar su derrumbamiento“ y en su artículo 2º que “Los Ayuntamientos en cuyo término municipal se conserven estos edificios son responsables de todo daño que pudiera sobrevenirles”. Posteriormente la Ley de Patrimonio Español y la Ley de Patrimonio de Andalucía declararon a todos los castillos y fortificaciones como Bien de Interés Cultural, la mayor categoría y grado de protección que la ley otorga a un bien patrimonial.

La primera etapa de nuestra visita fue al Castillo de San Pedro, en una paradisiaca cala a la que se accede por un sendero de unos 5 kilómetros que parte de Las Negras. El acelerado desmoronamiento del castillo, que se remonta a la época de Felipe II, es una pura metáfora de la cutrez en que se ha convertido este paraíso, ocupado ilegalmente, con chiringuitos y construcciones no autorizadas y con una total confusión entre lo público y lo privado. El propietario de todo ello dio un fantástico pelotazo al adquirirlo en 1999, junto a una inmensa finca de 200 hectáreas, por 15 millones de pesetas y además la Junta no ejerció el derecho de retracto que hubiera permitido adquirirlo por ¡90.000 euros!. Dicen que el propietario sueña ahora con construir un resort de lujo, pero del castillo no quiere saber nada. Por eso, Amigos de la Alcazaba, con los Amigos del Parque, ha presentado un recurso contencioso administrativo contra el Ayuntamiento de Níjar por su inactividad en la debida conservación del castillo. El alcalde, premio Chumbo Verde 2012 de nuestra asociación, ha respondido que no piensa actuar contra el propietario por el abandono del castillo y que “llegando hasta sus últimas consecuencias, lo que tendría que hacer el Ayuntamiento es demolerlo”.

Nuestra siguiente etapa fue el Castillo de los Alumbres en Rodalquilar. Un singular castillo renacentista de principios del XVI, diseñado por un ingeniero italiano y único ejemplo de fortificación europea destinada a la defensa de una actividad minera: la explotación de los alumbres. El propietario de la explotación y constructor de la fortaleza fue don Francisco de Vargas, Tesorero Real y un hombre tan rico y tan corrupto que a su muerte costó mucho diferenciar su patrimonio personal del patrimonio de la Corona de Castilla. El castillo se encuentra en un enclave tan excepcional que en cualquier otro lugar que no fuese Almería sería considerado una joya, pero que aquí languidece entre la desidia de la administración municipal y autonómica -que permitieron que fuera un corral de ganado hasta hace poco- y las aspiraciones especulativas de su propietario. Por eso cuando hace dos años se cumplió su V centenario nadie quiso recordarlo.

Foto: Día de los Castillos en la Torre de Los Alumbres © AAAA

El broche de oro de nuestra singular jornada fue la visita al Castillo de los Escullos. Único de titularidad pública de los tres visitados, ha sido rehabilitado con dinero público, es decir, de todos los ciudadanos, perteneciendo su gestión a la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, a la que solicitamos el preceptivo permiso (con fecha de registro, 9 de abril), como Amigos de la Alcazaba y delegación provincial de la Asociación Española de Amigos de los Castillos. Diez días más tarde, al no recibir respuesta, llamamos por teléfono. El empleado dijo que su jefe lo había denegado porque “el castillo estaba cerrado, por deterioro y también porque se pensaba cambiar de titularidad”. Solicitamos que nos comunicaran la respuesta por escrito, adelantándonos copia por correo electrónico. No dijo que no, pero tampoco nos envió nada. Volvimos a la carga, intentando ponernos en contacto con el director del Parque Natural al que dejamos un mensaje de voz, pero tampoco nos respondió. Creyendo cerrado el castillo, planificamos una visita por su exterior pero cuán grande fue nuestra sorpresa al encontrar las puertas abiertas y una larga alfombra azul, que evidentemente no iba destinada a nosotros. El castillo, presuntamente tan deteriorado como para impedirnos la visita, se había transformado, como por encanto de hadas, en el escenario de una boda que acababa de terminar y de la que unos operarios recogían los enseres: alfombras, farolas, equipo de música, sillas, doseles, templete y hasta ramo nupcial. Un uso que nos parece muy bien y, respetando su horario, sin duda habría sido perfectamente compatible con nuestra visita.

Foto: En el Castillo de Los Ecullos © AAAA
 

Pero una historia de opereta tiene que tener un final de opereta. Cuando entramos para comprobar el engaño de Medio Ambiente, un joven de pelo engominado, que resultó ser el propietario del Hotel “Los Escullos”, se dirigió a nosotros con aspavientos al grito de “¡fuera, a la calle!” Como Presidenta le expliqué el propósito y circunstancias de nuestra visita, pero fuimos apremiados con la absoluta desconsideración y prepotencia que proporciona el sentirse amparado por la autoridad y la costumbre, no si antes señalarnos que si queríamos efectuar la visita pagáramos, como él, 150 euros.

Y con este final concluyó la “celebración” del Día de los Castillos en Almería. Sin embargo, todos los asistentes coincidimos en que la única celebración que merece la pena consiste en denunciar con toda la fuerza de que somos capaces la realidad que hemos vivido. Nuestro patrimonio está más en peligro que nunca. En estos tiempos de crisis económica y social, sobre las centenarias piedras de nuestros monumentos, revolotean como buitres los especuladores, amparados en muchas ocasiones por la complicidad de algunos políticos y la incompetencia de las Administraciones responsables.

María Teresa Pérez Sánchez
Presidenta de la Asociación Amigos de la Alcazaba

Nota de Amigos de la Alcazaba: Este escrito se ha enviado a los medios de comunicación. Además hemos elaborado un escrito de protesta ante la Delegación Provincial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, en el que, entre otras cosas, se le dice que “resulta lamentable e intolerable que una Administración no cumpla con sus obligaciones legales de dar respuesta a los escritos presentados por los ciudadanos, que les mienta, que utilice criterios arbitrarios y sin publicidad a la hora de usar los bienes públicos y que se pueda estar utilizando un Bien de Interés Cultural, restaurado con el dinero de todos los ciudadanos, para el lucro de personas privadas“. Este también se trasladará a la Consejería de Cultura.

Pesca recreativa. El Galán: la Becada del mar

Actinopterygii Perciforme Labridae Xyrichtys Novacula, el Galán (¡manda un huevo!), es la fortuna mas asombrosa y sabrosa del mar Mediterráneo.

Ave Charadriiforme Scolopacidae Scolopax Rusticola, la Becada, (¡manda dos!), la Dama del Bosque, lo es de nuestros sotos y humedales peninsulares.

Uno y otra me embelesan por su hermosura extraña, su misterio, nuestros encuentros fortuitos por vedados, sus refriegas, intuiciones y defensas frente al peligro, sus insólitos ojos curiosos y preguntones, sus picos ceñudos tan gustosos del gusano, su delicadísimo emboque.

Respetadas ambas piezas por originales y raras, difíciles de olvidar y arrinconar tras su pruebe y conocimiento, es probable que nazcan siempre bajo el signo de Acuario. A los dos bichos les pega también el “12”: del anzuelo y del perdigón. Pese a que La Fontaine y Samaniego esquivaron su fábula, Plá y Luján las eternizaron entre los más distinguidos manjares y viandas.
Una precursora almeriense, la corsaria sin patente Malika Fadel Ben Salvador, maravilloso personaje de nuestra historia medieval, tan ignorada la moza por muchos, como soñada por pocos, seductora zarina de “la Vela”, “el Morrón” y “la Polacra”, versada “sufi” en las termas de la Pechina del XIV, también los hostigaba: a unos en el Cabo, a las otras en el Colativí de la Alhamilla. A los primeros estiando, a las segundas por invernadas. (Prometo un ejercicio literario, al respecto de tan estupenda y gentilísima protagonista).

Mi amigo Jesús, científico pescador arribado al sollarete de San José, generoso maestro que no cela ni encubre la destreza de su arte y oficio, ni de la pescada sus querencias, a quien vale la pena conocer e inexcusable reconocer sus desvelos por facilitar y gestionar la pesca recreativa controlada en el azul del Parque Natural frente a la torpeza y bandazos reglamentistas de las administraciones central y autonómica, libra estos meses contra ellas, enésima pelotera, acreditado por las asociaciones de pesca responsable APRA (Andalucía) y SERVIOLA (San José de Cabo de Gata).

Una Orden autonómica andaluza, de junio de 2011, reguladora de la pesca recreativa en la Reserva Marina de Cabo de Gata-Níjar, autorizó la captura del Galán solo mediando sistematizadas artes, número de ejemplares máximo, cuerpos mínimos y ciclo limitado.

Por sorpresa y fruto del antojo, ingenuidad y capricho iletrado de algún irresponsable funcionario (profundizar en su discernimiento podría deparar asombros hasta judiciables), un borrador de nueva Orden fechado en enero de 2013 y elaborado por la Subdirección General de Protección de los Recursos Pesqueros dependiente en esta ocasión del Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, sencillamente y en única disposición, ensaya prohibir en su totalidad la pesca del Galán en los bajíos y farallones del litoral almeriense.

Para más “inri”, las funciones reglamentadas que corresponden a esa Subdirección General son, exclusivamente y exclusivamente justifican su existencia administrativa, las de planificación de actividad investigadora, seguimiento del estado de los recursos pesqueros, propuestas de declaración de zonas de pesquería, gestión de buques de investigación pesquera, planificación de campañas científicas y cooperación con terceros países. Sus pies fuera de tiesto nuevamente, dado que en lo que ahora pretenden dictar e imponer, se refiere a la captura de especies.

Pero es que además, ¿dónde están los análisis, estudios, investigaciones, discernimientos y asientos estadísticos, exámenes reproductivos de la especie, cotejos poblacionales del Galán almeriense y su harén de damitas novaculas hermafroditas, que puedan justificar semejante decisión? Sencillamente no existen, no constan ni presupuestados, no se realizarán nunca, a no ser que la iniciativa privada los financie. Pero aun así, se aventuran a pre-legislar esos intrépidos atolondrados, incapaces de justificar sus teorías y especulaciones.

Es sorprendente que sobre el Galán se haya escrito tan poco, (algunas licencias literarias de aficionados a la pesca publicadas en el canal de Internet y Cuadernos de Pesca, como los de Riera & Linde de 2001) y que no exista informe científico alguno sobre sus desarrollos poblacionales, estacionarios o reproductivos, más allá del completo trabajo de Castrioca, Scarabello, Finoia, Sinopoli & Scandaloro del 2005, pero que centran su análisis en las pesqueras atlánticas, desde Brasil al Congo.

Pero nuestros funcionarios son diferentes: lo saben e intuyen todo, aunque probablemente lo más cerca que han visto un Galán, un “lorito”, un “raor”, un “pámpano” esos funcionarios, ha sido en una escudilla del magnífico chiringo del Alquián, cazado en el arrastre de una “Vaca” motorizada, (¡que les traen al pairo a los burócratas los desmanes que producen en las especies y zonas protegidas semejantes jaurías de traíllas! ¡Que el problema está en los aficionados recreativos de caña y anzuelo!), comercializado clandestinamente y de espaldas a la legislación y visto lo que se está viendo por estos lares, abonada tentativamente su consumición con tarjeta de crédito adscrita al presupuesto de gastos de cualquier organismo público. Porque amigos, el pescado más caro que podemos encontrar en limitadas ocasiones en una pescadería, por encima de cualquier especie incluso de cualquier marisco, es el Galán.

Apunto y señalo que semejantes burócratas no conciben, no evidencian, no razonan y no justifican cabalmente sus responsabilidades. Y que hasta que no lo hagan, retiren semejante borrador de ordenanza y paguen por cualquier desmán e infortunio en el que se involucren. Y de lo contrario, que el espíritu de Malika, al igual que hizo su abuelo con genoveses, catalano-aragoneses, castellanos y vaticanistas en su intento de conquista y arrase a trabucazo y manganazo limpio de la Alcazaba de Almería en 1309, vierta en sus cabezones excrementos y boñigas.

Y apuesto a que esos oficinistas de secano tampoco tienen ni zorra idea de lo que es una “sorda”, “oligorra”, “arcea”, una Becada. Pues miren, esta es la Reina y el Galán, el Rey.

Carlos Trías de Bes